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El retraso medio que alcanzaron ayer todos los vuelos programados por la compañía Iberia en Son Sant Joan fue de 50 minutos, aunque a diferencia de jornadas anteriores no tuvo que cancelarse ningún vuelo, según indicaba ayer tarde el ejecutivo de servicio del aeropuerto de Palma.

La única incidencia a reseñar fueron los vuelos entre Palma y Maó, que arrastraron durante todo el día unos retrasos medios superiores a las tres horas y media al haberse cancelado el último vuelo entre Palma y el aeropuerto menorquín del miércoles: «El vuelo no salió por falta de tripulación, de ahí que ello afectara luego a todas las rotaciones que estaban programadas para ayer entre ambas islas». Solamente un avión de Iberia procedente de Madrid se vió afectado por las restricciones aéreas con motivo del conflicto bélico de Kosovo, superando las cuatro horas de retraso.

Durante el día de ayer pasaron por la nueva terminal de Son Sant Joan 45.000 pasajeros, contabilizándose un total de 390 movimientos de aviones.
La siguiente jornada de huelga de los pilotos del SEPLA en Iberia coincidirá con la convocada por los sindicatos CGT y UGT entre el personal de tierra de Iberia en Son Sant Joan, que afectará a todas las operaciones de «handling» (atención en tierra a aviones y pasajeros). Los representantes de UGT exigieron ayer por vía notarial a la compañía que fije los servicios mínimos para que «no quede vaciado el derecho de huelga de los trabajadores».