Las cofrades de Santa Mónica portaron ramos de olivo. Foto: PERE BOTA.

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Fluida y bien organizada resultó la primera procesión que abrió el ciclo de Semana Santa, y mucho público acudió a presenciarla. La encabezó la Sección Montada de la Policía Local seguida de los Tamborers de la Sala. Participaron las 30 cofradías de penitentes de Palma y las de s'Arenal y Coll d'en Rabassa, portando la mayoría de sus miembros ramos de olivo y palmas alusivas a la festividad.

Las cofradías de Nuestra Señora del Socorro, Santa Cruz, Juventud Oratoriana y Cristo de la Agonía, exhibieron en señal de luto por la muerte de cofrades un crespón negro. La mayor representación de caperutxes la aportaron las cofradías de La Esperanza, Jesús del Buen Perdón, La Salle, Cruzada del Amor Divino, El Silencio, Cinco Llagas y la anfitriona, de Santiago.

Desfilaron una veintena de bandas juveniles, estrenándose la de La Salle. Destacaron por su marcialidad y número de componentes Groc y Verd, de la cofradía del Jesús del Buen Perdón, que estrenó ayer nuevo estandarte y lábano al estilo romano; la banda y música de Nuestro Padre Jesús de la Amistad, que arropó la cofradía de la Juventud Oratoriana, y la banda de La Soledad.

Cuatro pasos procesionaron ayer. El Buen Perdón, con discreta decoración a base de ramos de olivo, y con delicados motivos florales el Cristo de la Agonía, Nuestra Señora de los Desamparados y, cerrando el desfile junto a la banda municipal de música, La entrada triunfal de Jesús en Jerusalén.