La central de regasificación no tendrá el impacto ambiental de la de es Murterar, en Alcúdia.

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Las Islas del Mediterráneo pretenden crear un grupo de presión ante la Unión Europea para reclamar fondos de cohesión o fondos estructurales con los que hacer frente al pago de las importantes infraestructuras en materia energética que se necesitan. La reunión que celebra hoy en Palma en la que participarán regiones insulares de toda Europa "incluidas las del Mar Báltico" pretende ser el embrión de este futuro grupo en el que estarán presentes las islas mediterráneas.

Durante esta Conferencia, la Conselleria de Medi Ambient "que es la organizadora junto con la Dirección General XVII de la Comisión Europea" tiene previsto entregar un avance de lo que será el futuro plan energético de Balears. En este plan se apuesta de manera clara por el transporte de gas natural en barcos, pero se incluye la novedad de un enlace por cable submarino entre Mallorca y Eivissa. En estos momentos, Mallorca está conectada por cable con Menorca y la previsión del Govern es crear un «mini continente energético» a través de la conexión por cable de todo el archipiélago, tal y como explicó el director general d'Ordenació del Territori, Cristòfol Huguet.

Este proyecto contempla la construcción de puntos estratégicos de producción de energía en Palma, Alcúdia, Maó, Eivissa y Formentera de forma que todo el sistema quede interconectado.

Lo que está descartado por completo es la posibilidad de construir un enlace submarino con la península, ya sea vías gaseoducto o cable submarino. El plan energético deja claro que la opción elegida es la del transporte en barcos del gas natural, su depósito en el puerto y su transformación en una planta de regasificación que, casi con toda seguridad, se instalará en Palma. A partir de ahí se canalizará de manera subterránea al resto de la Isla.