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La Conferencia de Presidentes de Parlamentos Euromediterráneos, que fue inaugurada ayer por el rey Juan Carlos, es, sin duda, un foro importante en el que los máximos responsables de las cámaras de 33 países analizan aquellas cuestiones que les son comunes y en el que, además, pueden surgir propuestas de interés para el futuro.

El Rey afirmaba en su discurso que los Parlamentos tienen un papel fundamental en las estructuras constitucionales y en la dinámica política de cada uno de sus países. Es patente que los parlamentarios son el máximo exponente de la democracia, quienes tienen como tarea fundamental ejercer la representación de sus respectivos pueblos en la labor legislativa. Precisamente por ello esta reunión, surgida tras una primera 'Declaración de Barcelona' en la que intervinieron 15 países, es como una aproximación entre los pueblos de diversas naciones que tienen en común pertenecer a una zona concreta, como es la de Europa y el Mediterráneo.

Es importante que para ello se haya escogido Mallorca y nuestro Parlament. De hecho, don Juan Carlos recalcaba que Palma ha sido un lugar de cruce de culturas y de larga convivencia. Todo un símbolo para un encuentro en el que, pese a la diversidad, se busca el acercamiento, el diálogo y la aproximación.

Y, en este marco, ya surgen propuestas concretas, como la hispano-francesa de aproximación a los Senados del este europeo o la egipcia para la creación de un comité parlamentario contra el terrorismo. Eso, además de la apuesta clara por el reforzamiento de la paz y la seguridad en la zona. Es, sin duda, el inicio de una colaboración que deberá concretarse aún mucho más en un futuro, pero que está ahí. Debemos sentirnos orgullosos de que el escenario haya sido nuestra propia casa.