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Estudiantes de secundaria, bachillerato y formación profesional secundaron, ayer en Palma, la huelga convocada en todo el Estado español por el Sindicato de Estudiantes en demanda de más recursos para la enseñanza pública.

Sin embargo, la participación en la manifestación, convocada en la capital mallorquina por la Coordinadora d'Estudiants dels Països Catalans, fue escasa. Apenas 200 estudiantes se concentraron en la Plaza de España y muchos menos marcharon en manifestación hasta la Conselleria d'Educació.

El aumento del presupuesto para la enseñanza pública, el uso del catalán oral en las clases por parte del profesorado y libros de texto en esta lengua, crear un acceso directo entre los módulos formativos de primer grado y los de segundo, incrementar el número de profesores para conseguir grupos de un máximo de 25 alumnos son algunas de las reivindicaciones que los estudiantes, a través de sus portavoces, hicieron llegar al director general de Planificació i Centres, Rafael Bosch, quien respondió que la Conselleria está tomando medidas para mejorar la calidad de la enseñanza.

Discrepancias sobre el uso del catalán
Aunque la manifestación estudiantil estaba convocada en Palma por la Coordinadora d'Estudiants dels Països Catalans "integrada por Assemblea d'Estudiants Nacionalistes, Bloc d'Estudiants Independentistes y Associació Catalana d'Estudiants" y una de sus reivindicaciones es el uso oral del catalán en las clases por parte del profesorado, algunos de los estudiantes que participaron en la protesta exigían no ser discriminados por la utilización de la lengua castellana en los centros de enseñanza.

Alumnos del instituto Aurora Picornell manifestaban sentirse discriminados «por no poder hablar en castellano» en su centro y declaraban «no querer expresarse en catalán».

En cambio, estudiantes de 3º y 4º de ESO del instituto Joan Mª Thomàs pedían una enseñanza pública en catalán y se quejaban de que «en un centro como el nuestro, que teóricamente es de enseñanza en catalán, no se usa nuestra lengua en todas las clases y asignaturas. Si no luchamos por un mayor uso de nuestra lengua, puede llegar el día que desaparezca».