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De seguir con el tiempo inestable como el que padecemos a lo largo de estos días nos tememos que los mercadillos navideños al aire libre, tanto el de Plaça Major como de Espanya van a pagar un duro peaje, puesto que a la gente le cuesta un poco más salir de casa. A pesar de ello, hubo muchos que no se privaron del paseo que une ambos mercadillos. A diferencia del de la Plaça Major, el primero es un mercadillo de artesanía, al que este año se ha sumado un puesto de crêpes. Por lo demás, no varía mucho respecto al de años anteriores. Bisutería, artículos de madera, velas, portarretratos, espejos, bufandas a juego con el gorro, los típicos artículos africanos, son el denominador común del mismo.