Rueda de prensa del primer ministro canadiense. | Reuters - MIKE SEGAR

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El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, ha pedido al Gobierno de India colaborar en la investigación oficial sobre la muerte de del líder sij Hardeep Singh Nijjar, que tenía ciudadanía canadiense y fue tiroteado en junio en Columbia Británica, pero no ha retirado sus acusaciones contra el país.

«Creo que es extremadamente importante como país con un gran sistema de justicia independiente. Permitimos que los procesos judiciales se desarrollen con total integridad, pero puedo asegurar que la decisión de verter estas delegaciones ante la Cámara de los Comunes no se hizo a la ligera», ha señalado el mandatario en relación a unas palabras que han propiciado un aumento de la tensión con la India.

El lunes, Trudeau indicó que los servicios de Inteligencia de Canadá tenían informaciones «creíbles» de una presunta implicación de las autoridades indias en el asesinato de Nijjar, algo que ha suscitado críticas por parte de Nueva Delhi. «Tenemos un sistema judicial robusto y pedimos al Gobierno de India que se comprometa con nosotros para avanzar y lograr la verdad en torno a este asunto», ha puntualizado antes de afirmar que su Gobierno no quiere causar problemas, según informaciones del diario 'National Post'.

No obstante, el mandatario canadiense se ha negado a ofrecer más detalles o pruebas que apoyen sus acusaciones a pesar de las críticas suscitadas. La situación ha provocado la expulsión de diplomáticos de sendos países y ha llevado a India a suspender la emisión de visados por «motivos de seguridad». Nijjar fue tiroteado frente a un templo sij en Surrey, en la región de Columbia Británica, el pasado 18 de junio.

Era además el líder de la Fuerza de los Tigres de Jalistán, un grupo independentista que aspira a la independencia del histórico Imperio Sij en Jalistán y que había preparado atentados en la provincia de Punyab.

El Gobierno indio, por su parte, ha rechazado «contundentemente» estas acusaciones y ha subrayado su «preocupación» ante el hecho de que los altos cargos del país hayan expresado abiertamente «simpatía» hacia «tales elementos». Las partes ya habían protagonizado a principios de septiembre un encontronazo durante la cumbre del G20 en India, cuando el primer ministro del país, Narendra Modi, afeó a Trudeau que grupos de seguidores de separatistas sij atacaran misiones diplomáticas indias en Canadá. Días después, Ottawa pospuso el envío de una misión comercial al país, prevista para octubre.