Protesta en Pakistán contra la quema del Corán en Suecia. | Reuters - SHAHZAIB AKBER

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Kuwait distribuirá en Suecia 100.000 copias del Corán traducidas al sueco para «afirmar la tolerancia de la religión islámica» y «rechazar los sentimientos de odio» tras la quema de un ejemplar del libro sagrado musulmán hace dos semanas en Estocolmo.

«El Consejo de Ministros decidió encargar a la Autoridad Pública de Imprenta y Difusión del Corán y la Sunna del Profeta la impresión 100.000 ejemplares del Corán traducidos al sueco», informó el Centro de Comunicaciones del Gobierno de Kuwait. Según un comunicado, las instrucciones del primer ministro, Ahmad Nuwaf Al Sabah, son imprimir esta cantidad de copias para que sean «distribuidas en el reino sueco con el fin de afirmar la tolerancia de la religión islámica y la difusión de los principio y los valores islámicos».

El objetivo es alcanzar la «convivencia positiva», así como la «tolerancia y la paz», además de destacar «aspectos de compasión» y rechazar «los sentimientos de odio, extremismo y fanatismo religioso». Por su parte, la Autoridad Pública de Imprenta y Difusión del Corán anunció este martes que ya ha imprimido los 100.000 ejemplares del Corán traducidos a la lengua sueca.

En esta misma jornada, el ministro de Exteriores de Egipto, Sameh Shukri, condenó «los crímenes contra los musulmanes, sus símbolos religiosos y el Sagrado Corán» en un discurso grabado y transmitido por el portavoz de su gabinete, Ahmed Abu Zeid. Shukri también expresó su «profunda preocupación» por los «repetidos crímenes de quema del Sagrado Corán a manos de extremistas», el último de los cuales fue el crimen ocurrido durante la celebración de millones de musulmanes, Aíd al Adha, la Fiesta del Sacrificio.

Por ello, destacó la necesidad de que los Estados adopten leyes que «prohíban la incitación al odio religioso y desarrollen estrategias para promover la coexistencia pacífica» y remarcó que «la libertad de opinión y expresión, implica responsabilidades y deberes».

El ministro de Exteriores de Arabia Saudí, Faisal bin Farhan, añadió que «los incidentes de quema del Corán contribuyen a instigar el odio, la violencia y hostilidad, y abusan de la libertad de expresión fuera de lugar, de manera contradictoria a los DDHH».

La decisión de Kuwait deriva de la quema de un ejemplar del libro sagrado que tuvo lugar el pasado 28 de junio en Estocolmo por parte de un individuo de origen iraquí que participó en un acto al que acudieron unas 200 personas, con fuerte presencia policial y sin que se desarrollasen incidentes graves. Fue el primer acto de este tipo permitido por la Policía sueca después de que los tribunales revocaran recientemente una prohibición anterior de las autoridades apelando a motivos de seguridad.