El exprimer ministro, junto a sus siglas. | Reuters - BRAMBATTI

TW
3

La figura de Silvio Berlusconi ha capitalizado la política italiana en los tiempos más recientes. Su alargada figura ha pesado y pesa en todos los gobiernos liderados por la derecha en el país transalpino, incluido el actual. La muerte de Berlusconi, tras lidiar con una grave enfermedad en los últimos tiempos, ha resonado en múltiples ambientes políticos nada más conocerse la noticia.

En España contamos con la reacción de la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que transmitió sus condolencias a la familia y amigos de Berlusconi, apodado Cavaliere, pero manifestó el rechazo al proyecto político que representaba.

«Desde luego, mis condolencias a su familia y a sus amigos, respetuosamente, pero entiendan que la disparidad del proyecto político que representó a lo largo de tanto tiempo el señor Berlusconi no adolece de mi compasión y es más, muestra la disconformidad con el mismo», afirmó Díaz en declaraciones a la prensa durante la reunión de ministros de Empleo de la Unión Europea que se celebra hoy en Luxemburgo. En cualquier caso, deseó a Berlusconi que «descanse en paz» y expresó su «respeto a los familiares y a sus seres queridos».

En otro orden de cosas el Real Madrid, su presidente, Florentino Pérez, y su junta directiva lamentaron «profundamente» este lunes el fallecimiento de Silvio Berlusconi, «legendario presidente del AC Milán entre 1986 y 2017 y actual presidente del AC Monza». En un comunicado oficial, el club blanco quiso «expresar sus condolencias a su familia y seres queridos, y a los aficionados del fútbol italiano, especialmente a los del AC Milan y del AC Monza. Descanse en paz».

De hecho, el entrenador del Real Madrid, Carlo Ancelotti, también ha expresado públicamente y en persona sus condolencias. «La tristeza de hoy no borra los momentos felices vividos juntos» ha lamentado en un mensaje en la red social Twitter.

Noticias relacionadas

Otro personaje del mundo futbolístico que se ha hecho eco del deceso ha sido Arrigo Sacchi, exentrenador y leyenda del Milán que ha llorado la muerte de quien fuera su gran valedor y la persona que le entregó las llaves del proyecto milanista en 1987. «Siento una gran pena. Era un gran personaje, que intentó mejorar Italia y el deporte, pero no siempre fue comprendido. Le había llamado hace unos días, pero no pude hablar con él», dijo sin poder reprimir las lágrimas en una llamada telefónica recogida por los medios italianos.

El presidente ruso Vladímir Putin ha expresado sus condolencias por el fallecimiento de Berlusconi, recordando no sólo su relevancia política sino también la cercanía entre ambos, hasta el punto de considerarlo «un verdadero amigo». Para Putin, Berlusconi era un «patriota» vinculado «a los acontecimientos más importantes de la historia reciente de Italia».

En este sentido, ha alabado su papel en el desarrollo económico y social de su país, así como para que Italia ganase peso en el escenario mundial. «En Rusia, Silvio Berlusconi será recordado como un defensor (...) del fortalecimiento de las relaciones amistosas entre nuestros países», ha destacado Putin en su telegrama de condolencias, remitido al presidente de Italia, Sergio Mattarella, y difundido por el Kremlin.

Por su parte, el presidente del Partido Popular Europeo, Manfred Weber, y la presidenta del Parlamento Europeo, la también popular Roberta Metsola, han sido dos de las figuras que este lunes han lamentado la muerte del ex primer ministro italiano. En sendos mensajes en redes sociales, ambos subrayaron el liderazgo que Berlusconi asumió en el centroderecha italiano y europeo y la «energía y dedicación» con la que emprendió su labor política.

«Silvio Berlusconi: el luchador que lideró el centroderecha y ha sido protagonista de la política en Italia y Europa durante generaciones. Padre, empresario, eurodiputado, primer ministro, senador. Ha dejado huella y no será olvidado», escribió Metsola en su Twitter. «Mis pensamientos están con su familia y seres queridos en este difícil momento. No olvidaremos la energía y dedicación con la que trabajó por su querida Italia, por su familia política y sus ideales europeos».