Los documentos filtrados aportaban información sobre la guerra en Ucrania. | Agencias

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El FBI detuvo este jueves en la localidad de North Dighton (Massachusetts) a Jack Teixeira, supuesto autor de las filtraciones de documentos secretos que han sacudido a Estados Unidos en los últimos días y que podrían ser las más graves en una década. El fiscal general de EE.UU., Merrick Garland, compareció brevemente ante las cámaras en el Departamento de Justicia para anunciar el arresto de Teixeira, miembro de la Guardia Nacional Aérea de Massachusetts. «Hoy el Departamento de Justicia detuvo a Jack Douglas Teixeira en conexión con una investigación sobre la supuesta extracción, retención y transmisión de manera no autorizada de información de material clasificado relativo a la defensa nacional», declaró.

Garland explicó que agentes del FBI detuvieron a Teixeira esta tarde «sin ningún incidente» y que está previsto que comparezca pronto ante un juez de la corte federal de Massachusetts, donde se le leerán los cargos y se le pedirá que se declare culpable o inocente. Hasta ahora, no se han hecho públicos los cargos contra el acusado y, según Garland, la investigación todavía está en curso. El arresto se produjo en la residencia donde vive Teixeira en North Dighton. Las televisiones de EE.UU. mostraron un gran dispositivo policial alrededor de la vivienda con helicópteros sobrevolando los alrededores, decenas de agentes del FBI a pie y varios vehículos policiales. Antes de que se produjera el arresto, el presidente estadounidense, Joe Biden, de visita en Dublín, ya dijo que el Departamento de Justicia estaba «cerca» de saber más sobre la filtración de documentos del Pentágono y de la comunidad de inteligencia.

Aficionado a los videojuegos

Las autoridades de EE.UU. no han revelado todavía detalles de cómo se produjeron las filtraciones, pero el diario The Washington Post conversó con un conocido de Teixeira y contó que el acusado publicó los documentos porque quería impresionar a otros jóvenes con los que jugaba en la plataforma Discord. Según el Post, Teixeira accedió a los documentos en la base de la Guardia Nacional donde trabajaba, se los llevó a su casa y los colgó en Discord, popular entre aficionados a los videojuegos. Posteriormente, esos documentos se difundieron por otras redes sociales, como Telegram, y acabaron en los últimos días en las portadas de grandes diarios de todo el mundo.

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De acuerdo a The Washington Post y a The New York Times, Teixeira ejercía labores de apoyo informático dentro de la división de inteligencia de la Guardia Nacional Aérea de Massachusetts. Una publicación en Facebook de la llamada «ala de inteligencia 102», con sede en la base conjunta de Cape Cod (Massachusetts), felicitaba el pasado julio a una persona del mismo nombre -Jack Teixeira- por un ascenso. The Washington Post describió a Teixeira como un amante de las armas. De hecho, el grupo en el que compartió los documentos en Discord se formó durante la pandemia cuando jóvenes que compartían los mismos intereses decidieron jugar juntos a los videojuegos, según narró al Post uno de sus integrantes. Con la ayuda de ese conocido de Teixeira, The Washington Post pudo acceder a un vídeo en el que se ve al joven proferir una serie de insultos raciales y antisemitas para luego apuntar su rifle contra un objetivo y lanzar una tanda de disparos. The New York Times afirma que el acusado tiene 21 años.

Un «acto criminal»

Por su parte, el portavoz del Departamento de Defensa de EE.UU., el general de brigada Pat Ryder, consideró este jueves en una rueda de prensa que las filtraciones son un «acto criminal deliberado». Ryder, quien rechazó entrar en el contenido de la investigación, explicó que las autoridades todavía están intentando averiguar el «alcance, escala e impacto» de las filtraciones. La publicación en medios de comunicación comenzó el viernes pasado, continuó el fin de semana y se ha prolongado esta semana. La mayoría de los documentos filtrados están relacionados con la guerra en Ucrania y dan detalles sobre los planes de Estados Unidos y la OTAN para reforzar la ofensiva ucraniana.

Además, la información apunta a que Washington podría haber estado espiando a algunos de sus aliados más cercanos, como la propia Ucrania, Corea del Sur e Israel. Todavía se desconoce el impacto que tendrá, pero algunos analistas la han comparado con la que vivió el país en 2013, cuando el exanalista Edward Snowden expuso el alcance de los programas de espionaje masivo que Estados Unidos puso en marcha tras los atentados del 11 de septiembre de 2001.