El presidente Vladimir Putin en una imagen de archivo. | ALEXEI DRUZHININ / KREMLIN POOL/

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Rusia negó este lunes que haya incurrido en una suspensión de pagos de su deuda externa, al asegurar que ha pagado a tiempo en divisas los intereses de dos eurobonos, por lo que el hecho de que los fondos no llegaran a los inversores es culpa de Occidente y de sus sanciones contra el país, adujo el Gobierno. «Estas afirmaciones sobre una suspensión de pago, también en este caso, no tienen ningún fundamento legal», señaló hoy el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, en su rueda de prensa diaria.

La agencia Bloomberg afirmó horas antes que Rusia había incurrido por primera vez desde 1918 en una suspensión de pagos, dado que los acreedores extranjeros no habían recibido tras el periodo de gracia de 30 días el pago de cupones de sendos eurobonos del Estado ruso. Rusia ya sufrió un impago en 1998 durante la presidencia de Boris Yeltsin por unos 40.000 millones de dólares, pero fue en deuda nacional. El Gobierno tuvo que declarar no obstante una moratoria sobre el pago de la deuda externa. Las agencias de calificación de riesgo internacionales ya no emiten informes sobre la deuda rusa por las sanciones occidentales impuestas a Rusia por su campaña militar en Ucrania, por lo que una declaración formal de impago la debe efectuar el 25 % o más de los tenedores de eurobonos afectados. El 27 de mayo el Estado ruso debía pagar en euros y dólares los cupones de dos eurobonos con vencimiento en 2026 y 2036.

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El Ministerio de Finanzas explicó hoy que el 20 de mayo ingresó a la Depositaria Nacional de Liquidación (NSD) 71,25 millones de dólares por los bonos de 2026 y 26,5 millones de euros por los de 2036. La NSD transfirió el 24 de mayo el pago en dólares y al día siguiente el de los cupones en euros a intermediarios financieros internacionales como Euroclear, que ejecuta y garantiza las transferencias a los acreedores. «Por lo tanto, las obligaciones de servicio de los bonos del Gobierno de la Federación Rusa fueron cumplidas por el Ministerio de Finanzas de Rusia en su totalidad de acuerdo con la documentación de emisión para las emisiones de eurobonos», indicó hoy el departamento que dirige Antón Siluánov.

Éste argumenta que estos intermediarios, aún teniendo los fondos antes de que se cumpliera el plazo del pago de cupones y antes de que expirara la licencia de EEUU, «no tomaron los pasos necesarios» para transferir el dinero a los inversores. «Además, todos los actores del mercado sabían de antemano de la expiración de la licencia, pero no hicieron nada para entregar los fondos a los inversores», indica el Gobierno, que enfatiza que «las acciones de intermediarios extranjeros internacionales escapan al control del Ministerio de Finanzas ruso». «La Federación Rusa no se niega a cumplir con sus obligaciones de deuda con los inversores», recalcó Finanzas, por lo que el presidente de Rusia, Vladímir Putin, firmó el día 22 un decreto para pagar en rublos los intereses y el principal de los eurobonos a los acreedores extranjeros, que deben abrir una cuenta especial en un banco ruso y pueden luego cambiar a divisas el dinero.

El mercado aún no se ha pronunciado si este esquema de pago supondrá otro impago. Rusia, ya profundamente aislada en el sistema financiero internacional, afirma que en la documentación de emisión de los dos eurobonos un acto de impago es descrita como la «falta de pago» por parte del deudor, pero que «el pago se realizó por adelantado». Moscú por ello consideró «apropiado» que los tenedores de los dos eurobonos reclamen directamente ante los intermediarios financieros. El hecho de que estos fondos fueran retenidos y no entregados a los inversores «ya no es nuestro problema», enfatizó el Kremlin. «Eso quiere decir que, en este caso, no hay ninguna base para llamar a esta situación un impago», recalcó Peskov. El problema para Rusia no sólo se agravó por la expiración de la licencia de EEUU, sino también porque Euroclear y Clearstream dejaron de aceptar los activos de la NSD, según Moscú. Además, la NSD está sancionada desde principios de junio por la Unión Europea (UE).