El canciller alemán Olaf Scholz, durante un reciente debate en el parlamento alemán 'Bundestag'. | Reuters

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El Gobierno alemán declaró la alerta en el plan de emergencia del gas, ante la disminución del suministro procedente de Rusia y los elevados precios, al tiempo que aseguró que la seguridad del abastecimiento sigue garantizada. «El gas es a partir de ahora un bien escaso», dijo en una rueda de prensa el ministro de Economía y Clima, el verde Robert Habeck, quien agregó que aunque actualmente la seguridad del suministro está garantizada, no hay que confiarse. Actualmente los depósitos de almacenamiento de gas están con un nivel del 58 % más llenos que el año pasado. No obstante, Habeck señaló que los diferentes escenarios que contempla la Agencia Federal de Redes, teniendo en cuenta la reducción actual en un 60 % de los suministros a través del gasoducto Nordstream 1, colocan al país en una situación de depósitos vacíos en el invierno.

El ministro recordó que el nivel de alerta, según el reglamento de la Unión Europea, se declara cuando se produce una interrupción del suministro de gas o una demanda excepcionalmente alta que cause un empeoramiento considerable del suministro. En este nivel, no obstante, el mercado sigue siendo capaz de hacer frente a esta interrupción o demanda sin necesidad de adoptar medidas no basadas en el mercado. «Es verano, pero el invierno llegará», advirtió Habeck, y subrayó la necesidad de tomar medidas ahora para llegar a los meses fríos con los depósitos de gas llenos. Lamentó las «negligencias» de los últimos años que han colocado al país en esta situación y no se refirió sólo a la dependencia energética de Rusia, sino también al ritmo del desarrollo de las energías renovables.

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Aseguró que el gobierno hace todo lo posible para mitigar el impacto y mantener la seguridad del suministro. La prioridad ahora es llenar los depósitos, buscar suministros de gas alternativos, construir la infraestructura necesaria y acelerar el desarrollo de las renovables, además de reducir el consumo de gas, dijo. Recordó que para reducir el consumo de gas en la generación de electricidad el gobierno contempla recurrir a las centrales eléctricas de carbón en la reserva, lo que calificó de medida «dolorosa» desde el punto de vista climático, pero necesaria de manera transitoria para sobrellevar el invierno.

Asimismo se refirió al anuncio de que el gobierno ha puesto a disposición una línea de crédito, inicialmente de 15.000 millones de euros, para llenar los depósitos y a que en verano se pondrá en marcha un modelo de subasta de gas para animar a los consumidores industriales al ahorro. Habeck reiteró que la reducción del suministro de gas por parte de Rusia desde el 14 de julio es utilizada por el presidente ruso, Vladímir Putin, como «arma» contra Alemania con el fin de destruir la unidad en Europa, la solidaridad y la disposición de apoyar a Ucrania. Desde el 30 marzo estaba en vigor la fase de alerta temprana, declarada como medida preventiva ante una posible escalada y un cierre del suministro por parte de Rusia, aunque también entonces el ministro afirmó que el abastecimiento estaba garantizado. A la fase de alerta temprana pueden seguir el nivel de alerta, declarado hoy, y el nivel de emergencia.

El apunte

Críticas ucranianas

El embajador ucraniano en Alemania, Andriy Melink, ha subrayado que mientras Berlín no sea «el aliado más poderoso» frente a Rusia, seguirá adoptando una posición «dura» y «poco diplomática» frente a Berlín, días después de que incluso calificara al canciller alemán, Olaf Scholz de «salchicha ofendida». «Los alemanes están acostumbrados a ver una posición muy agresiva, a menudo dura y poco diplomática del embajador de Ucrania, que sin parar requiere más apoyo de Alemania, especialmente en la esfera militar», se ha referido a sí mismo en tercera personas el diplomático. «Quiero asegurarles que este es el camino que pretendo seguir hasta que Berlín se convierta en uno de nuestros aliados más poderosos en la lucha contra la agresión rusa» ha zanjado Melink en una entrevista para Ukrinform en la que, entre otras cosas, ha criticado la «abierta demora» de Berlín en entregar a Kiev armamento pesado para combatir a los rusos.