Un bombardeo ruso destruyó la Casa de la Cultura en Derhachi, cerca de Járkov, una infraestructura que era utilizada para distribuir ayuda entre la población civil. | Reuters

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Los alrededores de Járkov y la posible retirada rusa, así como los intentos rusos para atravesar el río Donets en su intento de controlar el sur del Donbás, donde según Ucrania han sufrido una fuerte derrota, se han convertido este viernes en las claves militares del 79 día de invasión rusa de Ucrania. El Ejército ucraniano aseguró este viernes que ha logrado detener y provocar la retirada de las tropas rusas que trataban de cruzar el río Donets. Según informan en las redes sociales el ministerio de Defensa ucraniano y otras fuentes relacionadas con los voluntarios que luchan contra las tropas rusas, el ejército de Rusia se ha visto atrapado tras cruzar el citado río y tuvo que dispersarse debido a los ataques de la artillería local.

Según estas fuentes, las tropas rusas, que trataban de cruzar el río Donets, al oeste de Severodonetsk en el Donbás, han sufrido grandes pérdidas y, de hecho, en su retirada, tuvieron que abandonar parte de su equipo y hubo soldados que incluso se vieron obligados a cruzar a nado para ponerse a salvo. Los rusos llevan intentando cuatro días cruzar ese río, según los ucranianos, y en sus intentos han perdido más de 70 unidades de equipo y dos batallones de infantería con ingenieros. En cuanto a Járkov, según el New York Times el Ejército ruso está retirando tropas de los alrededores de la ciudad, la segunda mayor urbe de Ucrania, sobre la que había intensificado sus bombardeos en los últimos días.

El rotativo, que cita fuentes oficiales ucranianas y de los aliados occidentales, asegura que los rusos han perdido terreno en esta región vecina al Donbás, donde están las autoproclamadas repúblicas de Donestk y Lugansk, ambas reconocidas por Moscú. Las autoridades ucranianas creen que el Kremlin probablemente redirigirá las tropas ahora hacia el sureste, donde se dice que está reforzando sus fuerzas en Izium, una ciudad que capturó el mes pasado.

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Según el último informe del Instituto para el Estudio de la Guerra (EEUU), la contraofensiva ucraniana en Járkov también está obligando a las unidades rusas que todavía están cerca de la ciudad a concentrar su bombardeo en las tropas ucranianas atacantes en lugar de continuar sus ataques a la ciudad misma. Según este instituto «la contraofensiva ucraniana cerca de Járkov está comenzando a parecerse mucho a la contraofensiva que finalmente expulsó a las tropas rusas de Kiev y del oeste de Ucrania, aunque es demasiado pronto para saber si los rusos tomarán una decisión similar aquí», en referencia a una posible retirada.

Entretanto Suecia dio este viernes un paso hacia su integración en la OTAN, como ya hizo ayer Finlandia. Hoy se ha aprobado un informe consensuado por el gobierno socialdemócrata sueco y la mayoría de las fuerzas parlamentarias que dice que el ingreso en la Alianza tendría un efecto disuasorio contra conflictos bélicos en el norte de Europa. El informe, que analiza la nueva situación generada por la guerra en Ucrania, considera que Suecia reforzaría su seguridad y la de sus países vecinos entrando en la alianza, aunque no incluye ninguna recomendación específica sobre la adhesión. El informe cree que no hay demasiado margen para reforzar la cooperación con la alianza ni es realista pensar en profundizar alianzas bilaterales fuera de ella por ausencia de voluntad política para crear una defensa colectiva dentro de la Unión Europea (UE). «La principal consecuencia de una eventual entrada en la OTAN sería que Suecia formaría parta de su seguridad colectiva», dijo en rueda de prensa la ministra de Exteriores, Ann Linde.

El alto representante de la Unión Europea (UE) para la Política Exterior, Josep Borrell, anunció este viernes que Bruselas proporcionará otros 500 millones de euros para apoyar al Ejército ucraniano. «Serán unos 2.000 millones de euros en total», señaló en Weissenhaus, norte de Alemania, donde asiste a un encuentro de ministros de Exteriores de Grupo de los Siete (G7). El jefe de la diplomacia europea excluyó la posibilidad de que los 500 millones de euros se empleen para suministrar a Ucrania aviones de combate, tal y como había demandado el Gobierno del presidente Volodímir Zelenski y que, por el contrario, dicha cantidad se utilizará para proporcionar armamento pesado. «En estos momentos estamos suministrando vehículos acorazados, tanques, artillería pesada, munición, las cosas que se necesitan en este tipo de guerra,» resumió. La «receta» en cuanto a la guerra de Ucrania es «clara» y reza «más de lo mismo», según dijo Borrell, que la resumió en más apoyo para Kiev, incluida ayuda militar, y más presión sobre Rusia, a través de las sanciones y del aislamiento internacional de Moscú.

El ministro de asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, acusó a la Unión Europea (UE) de haberse convertido en un «actor agresivo y belicoso» y expresó sus dudas de que sea «inofensivo» el deseo de Ucrania de sumarse a los Veintisiete. «La UE de una plataforma constructiva, calidad en la que se fundó, se ha convertido en un actor agresivo y belicoso, que ya declara ambiciones que van mucho más allá de la fronteras del continente europeo», dijo Lavrov en Dusambé, la capital de Tayikistán, a la prensa. Según el jefe del diplomacia rusa, la Unión Europea intenta seguir los pasos de la OTAN, «lo que confirma la tendencia de que se funde con la Alianza Noratlántica y de que, de hecho, cumplirá la función de su apéndice».