La portavoz de la Casa Blanca, Jennifer Psaki. | Europa Press

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La Casa Blanca ha afirmado que «una guerra nuclear no puede ganarse» y ha recalcado que Estados Unidos «no está combatiendo» en Ucrania, después de que el Gobierno ruso alertara del creciente riesgo de un conflicto nuclear a causa de la invasión de Ucrania. «Diría que los rusos, durante el tiempo e incluso tan recientemente como el año pasado, dejaron claro que una guerra nuclear no puede ser ganada. Estamos de acuerdo», ha manifestado la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, durante su rueda de prensa diaria.

«Es importante que todos los países lo reiteren y que todos los funcionarios electos de todo el mundo lo reiteren también», ha señalado, antes de hacer hincapié en que la postura del presidente estadounidense, Joe Biden, es la de «no enviar tropas al terreno para combatir en esta guerra». Así, ha argumentado que la guerra en Ucrania «no es una entre agentes subsidiarios». «Es una guerra entre Rusia y Ucrania. La OTAN no está implicada. Estados Unidos no está combatiendo en esta guerra. Creo que es importante y vital que no repitamos los puntos de conversación del Kremlin sobre este asunto», ha zanjado.

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Las palabras de Psaki han llegado menos de una semana después de que el ministro de Exteriores ruso, Sergei Lavrov, incidiera en que, si bien Moscú mantiene por principio su rechazo a una guerra nuclear, no debe «subestimarse» el riesgo de que ésta estalle a causa del conflicto en Ucrania. «El peligro es grave, real. No puede ser subestimado», dijo, al tiempo que trazó un paralelismo con la Crisis de los Misiles de 1962 y destacó que entonces Moscú y Washington entendían las normas de comportamiento de las superpotencias. «Ahora quedan pocas normas», advirtió.

En respuesta, el embajador de Estados Unidos en Rusia, John Sullivan, criticó la retórica «irresponsable» por parte de Rusia. «No cederemos al chantaje nuclear, pero tampoco toleraremos un ruido de sables nuclear ni una política de riesgos calculados sobre el asunto nuclear», dijo, antes de añadir que Estados Unidos «está preparado para disuadir una agresión nuclear» contra el país.