Imagen de archivo de militantes del autoproclamado Ejército Popular de Donetsk. | Reuters

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Denis Pushilin, líder de los separatistas que no reconocen el dominio de Kiev al este de Ucrania, ha pedido a Rusia que envíe a la zona «armas modernas» para poder defenderse de las fuerzas ucranianas a pesar de que representantes de ambos países han acordado mantener el alto el fuego en la región durante el encuentro de este pasado miércoles en París donde las partes enfrentadas se han visto las caras. Sus palabras llegan después de que diputados rusos del partido de Vladímir Putin hayan instado al Kremlin a suministrar armas a las zonas ocupadas por las milicias prorrusas en pleno aumento de la tensión entre Rusia y Ucrania.

«Es necesario hablar de armas», ha señalado Pushilin según informaciones de un medio de comunicación moscovita. El autoproclamado líder de la República Popular de Donetsk ha acusado a las autoridades ucranianas de seguir preparándose para una ofensiva y de almacenar munición. A su vez Estados Unidos ha acusado a Moscú de poner en peligro la estabilidad en Europa al amenazar con invadir Ucrania y concentrar cerca de la frontera a 100.000 unidades así como medios militares y armamento que hacen prever una acción militar a gran escala, acusaciones que el presidente ruso ha negado en público en varias ocasiones.

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Representantes de Moscú y Kiev han destacado durante las mencionadas conversaciones en París la importancia de «supervisar el alto el fuego» en el este de Ucrania tras ocho horas de debate que, según diplomáticos franceses, suponen una «buena señal». Un asesor del presidente francés, Emmanuel Macron, ha señalado en condición de anonimato que las conversaciones de París han girado en torno a los combates en el este de Ucrania, que se remontan a 2014, y no la posible invasión rusa.

Por su parte, el Gobierno ucraniano ha aplaudido que las conversaciones con Rusia continúen en febrero. Por primera vez desde 2019, Rusia y Ucrania han accedido a firmar una declaración conjunta con Francia y Alemania sobre el conflicto en el este del país. Los cuatro países tratan de buscar un acuerdo de paz en la zona, si bien las negociaciones se han visto obstaculizadas en varias ocasiones. Ahora, las partes se han comprometido con un «respeto incondicional al alto el fuego» y han acordado reunirse nuevamente en dos semanas en Berlín, la capital alemana.