Boris Johnson saliendo de Downing Street. | PETER CZIBORRA

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El primer ministro de Reino Unido, Boris Johnson, se ha reafirmado este miércoles en su intención de no dimitir por el escándalo de las fiestas celebradas en Downing Street durante los peores momentos de la pandemia, después de que la Policía Metropolitana anunciara la apertura de una investigación sobre las reuniones. Johnson ha insistido en que no va a dimitir durante una sesión de control en la Cámara de los Comunes, donde el asunto de las fiestas, que ha levantado la polémica en Reino Unido y ha granjeado críticas al 'premier' desde todo el espectro ideológico, ha vuelto a ser el centro de atención. El mandatario, que ha eludido además las preguntas relacionadas con el asunto durante una sesión de control del Parlamento, ha recalcado que el Gobierno «tiene razón» sobre el asunto.

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Así, ha hecho hincapié en que ya existe una investigación policial al respecto a medida que su situación se vuelve cada vez más insostenible. Uno de los diputados británicos que se ha mostrado más duro con el primer ministro ha sido el líder del Partido Laborista, Keir Starmer, que ha considerado que Johnson sea objeto de una investigación policial es «vergonzoso». El líder opositor ha aprovechado la ocasión para pedir nuevamente que presente su dimisión de forma inmediata por la postura adoptada y ha acusado a Johnson de «provocar un inmenso daño a la confianza de la población en el Gobierno» al intentar salvar su carrera. Johnson, no obstante, ha tratado de eludir la cuestión y ha afirmado que en caso de que las investigaciones lo señalen como culpable dimitirá. «Creo que el primer ministro ha dicho que sí, que está de acuerdo en que el código se le aplica a él también, por lo que si engaña al Parlamento, deberá dimitir», ha señalado el líder de los laboristas. «¿No es este un primer ministro y un Gobierno que no han mostrado otra cosa que desprecio por la decencia, la honestidad y el respeto que definen a este país?», ha cuestionado Starmer, según ha recogido la BBC. Johnson, por su parte, ha defendido que Downing Street está centrado en la gestión de la pandemia de COVID-19 y el sistema sanitario del país, remarcando que son los conservadores los que pueden manejar estos asuntos, no los laboristas.

El esperado informe redactado por Sue Gray podría ser publicado próximamente y poner en tela de juicio las palabras de Johnson. Por ello, Starmer ha pedido al 'premier' británico comprometerse a publicarlo al completo. Johnson, sin embargo, se ha escudado en el aumento de la tensión entre Rusia y Ucrania durante la sesión parlamentaria. «El Gobierno británico está aunando esfuerzos para dar forma a un paquete de sanciones más duro a fin de disuadir a Rusia de lo que, en mi opinión, sería una invasión catastrófica y temeraria», ha dicho. Además, ha aprovechado la ocasión para reprochar a Starmer que haya ignorado el hecho de que «tenemos una crisis en las fronteras con Ucrania». La última de una larga ristra de presuntas fiestas celebradas en Downing Street durante los peores momentos de la pandemia en Reino Unido salió a la luz el lunes, una supuesta fiesta de cumpleaños «sorpresa» para el 'premier'.