Manifestantes durante una de las protestas en Colombia. | LUISA GONZALEZ

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El Gobierno de Colombia ha anunciado este lunes que está dispuesto a aceptar una «mesa de negociación» para abordar la crisis en el país, tras un primer encuentro con el Comité Nacional del Paro que ha concluido sin acuerdo y en el que se han constatado diferencias en la terminología para abordar los contactos.

Este era el término que desde el comité defendían y que había reprochado al Gobierno no emplear, lo que para ellos demostraba que no había garantías para iniciar el diálogo en vista a poner fin a las manifestaciones que desde hace trece días llenan las calles colombianas.

Horas después, poco antes de la medianoche del lunes, el alto comisionado para la Paz, Miguel Ceballos, ha anunciado que «el Gobierno Nacional, a partir de este momento, está en la plena disposición de adelantar una mesa de negociación con el Comité Nacional del Paro, para avanzar en los temas de la agenda que acordaremos con el acompañamiento de la Iglesia Católica y de Naciones Unidas».

Así lo ha confirmado el mismo a través de un vídeo, tras explicar que la Administración ha analizado las propuestas puestas sobre la mesa de esa primera «reunión exploratoria». Con este anuncio, por tanto, se abre la puerta a una negociación que ponga fin a la violencia que vive el país latinoamericano.

Ceballos también ha añadido que «debemos garantizar la seguridad y el orden a todos los ciudadanos de Colombia, pero siempre en el marco del respeto de los Derechos Humanos», para detallar que «habrá cero tolerancia a cualquier violación de la Constitución y de la ley por exceder las funciones de los funcionarios públicos y, entre ellos, de la Fuerza Pública».

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En este sentido, Ceballos ha señalado que la Policía y el Ejército «hacen todo el mayor esfuerzo para protegernos a nosotros y a nuestras familias por lo que también merecen respeto y su vida también debe ser protegida».

MUERE UN MANIFESTANTE QUE RECIBIÓ DISPAROS
Por otro lado, durante la madrugada (hora local) de este martes, se ha confirmado la muerte del activista Lucas Villa, que recibió ocho disparos mientras participaba en una sentada pacífica en el viaducto César Gaviria, en Risaralda.

Horas antes, Juan Carlos Restrepo, gerente del Hospital Universitario San Jorge de Pereira, donde Villa estaba internado, había trasladado que el activista, de 37 años, estaba en muerte cerebral. «Lamentamos informar de que, no obstante a la atención prestada, el paciente no presentó ninguna reacción neurológica después de suspender la sedación», explicó, según recoge Caracol Radio. «Sigue conectado a un respirador y no hay nada que hacer», lamentó.

El presidente de Colombia, Iván Duque, ha lamentado lo sucedido con Villa. «Repito lo que conversé con Mauricio, su padre: que esta sea la oportunidad para unirnos y manifestar nuestro rechazo a la violencia», ha indicado en un mensaje publicado a través de su cuenta de la red social Twitter, donde ha pedido «todo el peso de la ley» caiga sobre «los responsables».

Las protestas que sacuden Colombia desde hace ya doce días y que se han cobrado al menos 27 muertes según el Gobierno --más de 40 según organizaciones civiles-- comenzaron como una movilización contra la reforma fiscal planteada por el Gobierno de Duque, pero una vez retirada la misma, se mantienen siete reivindicaciones que estarán sobre la mesa en las negociaciones entre el Ejecutivo y el Comité Nacional del Paro.