Imagen de la vacuna de AstraZeneca. | DADO RUVIC

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La familia de Carole Petit, una mujer de 38 años que murió el lunes de una trombosis 14 días después de que se le administrara una dosis de AstraZeneca, presenta este viernes una denuncia en Toulouse (sur de Francia) para que la Justicia investigue una posible relación con la vacuna.

«No se trata de acusar al laboratorio, a un médico o a un hospital, sino que se trata de entender cómo una mujer joven de 38 años murió de forma repentina», explicó el abogado de la familia, Etienne Boittin, en declaraciones a la emisora France Bleu Occitania.

Boittin insistió en que la denuncia «contra X» (sin identificar a un presunto culpable) por el cargo de homicidio involuntario busca que se abra una investigación y se encargue un informe forense de forma que se aclare «la causa de la muerte y el vínculo eventual entre esa muerte y la inyección de AstraZeneca».

La mujer, que era asistente social, recibió la inyección como personal sanitario. Falleció 14 días después en el hospital Purpan de Toulouse.

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Boittin representa también a la familia de Anthony Rio, un estudiante de medicina de 24 años que fue encontrado sin vida en su apartamento de Nantes (oeste), una muerte que se atribuyó desde el principio a una trombosis abdominal.

Rio había recibido diez días antes una dosis de AstraZeneca. La Fiscalía de Nantes abrió una investigación para determinar las causas precisas de la muerte y encargó una autopsia.

La Agencia Nacional de Seguridad del Medicamento (ANSM), que está examinando el caso, ha puntualizado que por ahora no hay ningún elemento que relacione el fallecimiento del estudiante con la vacuna.

Ante la polémica por los posibles efectos secundarios de AstraZeneca, en Francia actualmente se administran estas vacunas a los mayores de 55 años. El argumento es que los casos de trombosis se han registrado en personas de menor edad.