La pandemia de coronavirus ha sensibilizado a algunos millonarios, que ofrecen su dinero para luchar contra ella. | Reuters

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Un grupo de 83 millonarios, principalmente de Estados Unidos, pero también de países como Alemania, Países Bajos, Dinamarca, Reino Unido o Canadá, han firmado una petición para que los gobiernos acometan «una subida permanente de impuestos» a las grandes fortunas.

Agrupados bajo el lema 'Millonarios por la Humanidad', entre los firmantes figuran nombres como el de Abigail Disney, sobrina nieta de Walt Disney y heredera del imperio Disney, así como Jerry Greenfield, cofundador de Ben & Jerry, o Morris Pearl, ex director gerente de BlackRock.

«No somos nosotros los que cuidamos a los enfermos en salas de cuidados intensivos. No estamos conduciendo las ambulancias que llevarán a los enfermos a los hospitales. No estamos reabasteciendo los estantes de las tiendas ni entregando alimentos puerta a puerta», señalan los peticionarios.

«Tenemos dinero, mucho. Dinero que se necesita desesperadamente ahora y seguirá siendo necesario en los próximos años, a medida que nuestro mundo se recupere de esta crisis», añaden.

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Los firmantes subrayan que los problemas causados por la Covid-19 no pueden resolverse mediante caridad, por lo que los líderes políticos deben asumir la responsabilidad de recaudar los fondos necesarios y gastarlos de manera justa.

En este sentido, los 83 millonarios proponen contribuir a financiar adecuadamente los sistemas de salud, escuelas y seguridad «a través de un aumento permanente de impuestos a las personas más ricas del planeta».

«A diferencia de decenas de millones de personas en todo el mundo, no tenemos que preocuparnos por perder nuestros trabajos, nuestros hogares o nuestra capacidad de mantener a nuestras familias (...) Así que por favor. Hágannos pagar impuestos, hágannos pagar impuestos. Es la elección correcta. Es la única opción».

«Tenemos una enorme deuda con las personas que trabajan en la primera línea de esta batalla global», subrayan los firmantes, recordando que la mayoría de los trabajadores esenciales están muy mal pagados, destacando que los riesgos que estas personas valientes aceptan voluntariamente todos los días para cuidar al resto requieren que se establezca un compromiso nuevo y real con lo que realmente importa. «La humanidad es más importante que nuestro dinero», concluyen.