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El ministro del Interior de Italia, el ultraderechista Matteo Salvini, se fue de cena con miembros de su partido, la Liga, la noche del 14 de agosto, horas después del siniestro en Génova que causó al menos 38 muertos, un comportamiento que ha generado indignación en el país.

Fue una fiesta organizada en la ciudad siciliana de Mesina (sur), a la que acudieron 260 personas y en la que Salvini y el resto de los presentes cenaron abundante pescado y brindaron con vino, tal y como se ha podido ver en fotografías que han colgado en las redes sociales miembros de su partido.

De postre, los asistentes degustaron una gran tarta en la que se podía ver la frase «el equipo gana».

Todo ello la misma noche en la que en Génova, unos mil efectivos, entre bomberos, policía y equipos de emergencia y atención sanitaria, se afanaban por retirar los escombros del tramo del puente Morandi que se había venido abajo.

El suceso ha causado por el momento 38 muertos y 15 heridos, según el recuento provisional de la Delegación del Gobierno en esa ciudad italiana.

Ese mismo día, Salvini se encontraba en Sicilia realizando un viaje de trabajo y solo se trasladó a Génova al día siguiente, el 15 de agosto, por la tarde, para participar con el primer ministro, Giuseppe Conte, y el ministro de Desarrollo Económico, Luigi Di Maio, en una reunión extraordinaria.

Mientras que Conte acudió a la zona afectada la tarde del siniestro y Di Maio y el ministro de Infraestructuras, Danilo Toninelli, lo hicieron la mañana del 15 de agosto, Salvini no llegó a Génova hasta la tarde del miércoles, ya que aquella mañana visitó el municipio de San Luca, en Calabria, para condenar las acciones de la mafia.

Críticas

El comportamiento de Salvini ha sido duramente criticado por miembros de la oposición y también por los ciudadanos en las redes sociales.


El presidente del Partido Demócrata (PD, centroizquierda), Matteo Orfini, ha opinado que «las imágenes de Salvini celebrando en horas dramáticas para Génova son una bofetada al dolor del país».

Mientras que Michele Anzaldi, también del PD, ha pedido la dimisión del líder de la Liga por «preferir divertirse con sus compañeros de partido» a estar junto a los afectados en la tragedia del viaducto.

En las redes sociales, los usuarios le han acusado de no suspender de inmediato aquella cena y de estar en «permanente campaña electoral».

Salvini, por su parte, ha achacado la polémica a «ataques de la izquierda».