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La Policía mexicana arrestó al líder del grupo criminal Guerreros Unidos, acusado de hacer desaparecer a los 43 estudiantes hace tres semanas, mientras crecen las protestas de diversos grupos sociales en todo el país y aumenta la tensión entre familiares y compañeros.

La ciudad turística de Acapulco se convirtió este sábado en el centro de las protestas por la desaparición de los estudiantes, un caso del que cada día hay menos información oficial, mientras la sociedad exige nuevos datos y aumenta la tensión entre familiares y compañeros.

En respuesta a las protestas, las autoridades anunciaron la detención de Sidronio Casarrubias Salgado, líder máximo de Guerreros Unidos, grupo criminal que es señalado como responsable de secuestrar y hacer desaparecer a los jóvenes, en complicidad con policías municipales de Iguala y de Cocula el pasado 26 de septiembre.

El Procurador General de la República Jesús Murillo afirmó que con esta detención se abre una nueva ruta de investigación que puede acercar a las autoridades «más pronto y más fácilmente a la verdad».

Esta afirmación se realiza tres semanas exactas después de los hechos violentos del 26 de septiembre, cuando seis personas murieron y 43 estudiantes desaparecieron a manos de policías, sin que se sepa nada aún sobre su paradero.

El único dato comprobado es que los jóvenes no están en las fosas en las que los detenidos (la mayoría policías) dijeron haberlos enterrado, una información que dio a conocer el procurador de justicia, Jesús Murillo, el pasado martes, los últimos datos oficiales que se conocen.