Protesta contra el pastor Terry Jones que acabó con el asalto a la sede de la ONU en Mazar-i-Sharif. | S. SABAWOON

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Siete empleados de la ONU y cuatro civiles murieron ayer durante el asalto de una turba sobre la sede del organismo en la ciudad afgana de Mazar-i-Sharif, en protesta contra la quema de un ejemplar del Corán, el pasado 20 de marzo, en una iglesia estadounidense.

Tras la oración del viernes, varios miles de personas se concentraron frente a la sede que la misión de la ONU en el país (UNAMA) tiene en la ciudad, la más importante del norte afgano, y tras lanzar proclamas comenzaron a apedrear las instalaciones.

Algunos de los manifestantes terminaron por arrebatar las armas a los guardas de seguridad del recinto, comenzaron a disparar y, tras irrumpir en el edificio, prendieron fuego a las instalaciones, señaló un portavoz policial, Lal Mohamad Ahmadzai.

El canal televisivo Tolo emitió un vídeo de los hechos, en el que puede apreciarse cómo los manifestantes agitan vallas protectoras y derriban una torreta antes de prender fuego al lugar y contemplarlo a distancia, mientras unos pocos policías miran y disparan al aire.

Heridos

«Confirmamos que hay miembros del personal de la UNAMA entre los muertos. La situación todavía es confusa», afirmó en un comunicado un portavoz de la organización en el país, Dan McNorton.

El jefe de la misión de la ONU en Afganistán, Staffan de Mistura, está ya de camino a Mazar-i-Sharif para informarse personalmente de los hechos y «afrontar la situación sobre el terreno», agregó el portavoz.

De inicio, fuentes oficiales afirmaron que los muertos de la UNAMA eran ocho, pero más tarde el portavoz afgano de Interior, Zemaray Bashari, dijo que en realidad murieron siete empleados y cuatro manifestantes, y que 24 civiles más sufrieron heridas.

Según distintas fuentes policiales, los empleados de la UNAMA fallecidos son cuatro nepalíes que se encargaban de la seguridad, así como un rumano, un noruego y un sueco, mientras que el jefe de la misión en la ciudad resultó herido, pero sobrevivió.

Entre los empleados fallecidos hay una mujer, de acuerdo con funcionarios locales citados por el canal Tolo.