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Los Veintisiete siguen sin ponerse de acuerdo sobre quiénes deben ser el presidente estable de la UE y el jefe de la diplomacia comunitaria, según confirmó ayer el presidente de turno, Fredrik Reinfeldt, que tratará de presentar la próxima semana un candidato con un «apoyo amplio» para cada puesto.

El primer ministro sueco, que ayer convocó una cumbre europea extraordinaria para el día 19 para decidir los nombramientos, reconoció que tiene sobre la mesa «muchos nombres» y que deberá proseguir sus contactos con las otras 26 capitales para poder nombrar a los nuevos altos cargos comunitarios en las fechas previstas.

«Mi intención es presentar un candidato por puesto y asegurarme de que tengo el respaldo suficiente para que sean elegidos», dijo Reinfeldt.

El primer ministro sueco advirtió de que para ello necesitará «tiempo» y explicó que ha tenido que trabajar durante dos días para completar la primera ronda de contactos con los gobiernos.

«El principal equilibrio es el político entre la izquierda y la derecha, pero no es el único. También hablamos de equilibrio entre estados miembros pequeños, medianos y grandes, norte y sur, oeste y este, género...», señaló.

En este contexto, se refirió también al nombramiento de un tercer alto cargo comunitario, el de secretario general del Consejo, un puesto que hasta ahora ocupa también el Alto Representante para la Política Exterior, Javier Solana, pero que se escindirá con el Tratado de Lisboa.

La elección del presidente del Consejo Europeo se está revelando más complicada de lo que en un principio cabría esperarse después de que la candidatura del ex primer ministro británico Tony Blair decayera por falta de apoyo de los socialistas europeos, que se decantan por colocar a uno de los suyos en el puesto de alto representante.

De los nombres que circulan desde la pasada reunión de líderes mantenida en Bruselas a finales de octubre, parece seguir en cabeza el primer ministro belga, Herman van Rompuy, pero también siguen en liza el luxemburgués Jean-Claude Juncker y el holandés Jan Peter Balkenende.

Se ha mencionado igualmente a la ex presidenta irlandesa Mary Robinson, al ex canciller austriaco Wolfgang Schuessel y a la ex presidenta letona Vaira Vike-Freiberga, que ayer mismo dijo estar disponible.