TW
0
OTR/PRESS-CIUDAD DELCABO La segunda ciudad más grande de Sudáfrica se convirtió ayer en nuevo escenario de la violencia xenófoba extendida por el país desde hace más de una semana. La Policía notificó ataques contra somalíes y zimbabuenses y saqueos en sus domicilios y negocios, en el marco de unos incidentes que ya han causado 42 víctimas mortales y más de 25.000 desplazados, 10.000 de los cuales incluso han traspasado las fronteras sudafricanas. Ni siquiera la presencia del Ejército en las calles ha calmado a unos ciudadanos que señalan a la inmigración como causa de la delincuencia y la tasa de desempleo.

Ciudad del Cabo es el principal destino turístico del país. Allí, las turbas atacaron a los extranjeros y saquearon sus casas y tiendas, tal y como hicieron también en la localidad Knsyna, ubicada en la costa suroeste del país.

Sin embargo, el superintendente de la Policía provincial de Cabo Oeste, Billy Jones, no pudo confirmar «el número exacto de tiendas saqueadas e incendiadas», ni siquiera los daños personales que se hayan producido en esta nueva extensión de unos disturbios iniciados en Johannesburgo. Desde que comenzase la espiral de xenofobia, al menos 42 personas han muerto y más de 25.000 han huido de sus casas en los últimos doce días. Mozambique confirmó que más de 10.000 extranjeros han abandonado directamente Sudáfrica, un número que previsiblemente aumentará en los próximos días, más aún si la violencia no muestra visos de frenarse. Hasta el momento, la Policía cuenta los detenidos por medio millar, como parte de una estrategia de seguridad y protección a la que se suma el Ejército en los puntos más conflictivos. Así, por ejemplo, los soldados se han sumado a la Policía en las operaciones para retomar el control en los campamentos de chabolas de la capital.

El alcalde de Johannesburgo, Amos Masondo, invitó ayer a todos los diplomáticos extranjeros a una reunión para discutir «las actitudes xenófobas» en esta ciudad, según un portavoz del consulado mozambiqueño, que indicó que una decena de autobuses parten diariamente para repatriar a los ciudadanos afectados. En este sentido, desde la Embajada de Zimbabwe también se están organizando repatriaciones voluntarias, informó la agencia de noticias de la ONU, IRIN.

El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) fue más allá y pidió ayer a Sudáfrica que conceda a los zimbabuenses, población mayoritaria entre los inmigrantes, asilo político. «Necesitan de forma urgente tanto asistencia como protección», reclamó una portavoz de la organización, Jennifer Pagonis, en rueda de prensa desde Ginebra.

Desde Pretoria, se observa también con preocupación la repercusión de esta violencia en el turismo, especialmente cuando en 2010 se celebrará el mundial de fútbol. El jefe de Turismo, Moeketski Mosola, recordó que «el 67% de los turistas que llegan a Sudáfrica son básicamente africanos», según informaciones de la BBC.