La secretaria de Estado estadounidense, con el primer ministro iraquí, Nuri al Maliki, ayer en Bagdad. Foto: EFE

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OTR/PRESS-BAGDAD Un día después de que el líder clérigo radical Muqtada al Sadr diera un ultimátum de «guerra abierta» al Gobierno iraquí, la secretaria de Estado norteamericana Condoleezza Rice visitó ayer por sorpresa Bagdad, para apoyar lo que denominó el nuevo «núcleo» político que forman líderes suníes, chiíes y kurdos contra las milicias. Por otro lado, un grupo de expertos políticos de la Brookings Institution recomendó a EEUU que tenga «paciencia estratégica» en la retirada de sus tropas, ya que manteniéndolas más allá de 2010, el país podría alcanzar una «estabilidad sostenida».

Lo primero que hizo Condoleezza Rice al bajar del avión en Bagdad fue manifestar su total apoyo a la gestión del Gobierno liderado por el primer ministro, el chií Nuri al Maliki, contra el movimiento del clérigo radical Muqtada al Sadr, que el sábado amenazó con una «guerra abierta» contra las fuerzas de seguridad.

Coincidiendo también con la visita de Rice, el presidente del principal bloque político suní, el Frente para el Acuerdo Iraquí -que abandonó el pasado año el gobierno-, anunció que su formación se reincorporará al Ejecutivo iraquí. «Hemos superado los principales obstáculos», declaró el presidente. «El Frente ha presentado los nombres de sus candidatos para ocupar los cargos de ministros para el primer ministro; dos nombres para cada cartera», añadió Talabani.

De esta forma, Rice se mostró satisfecha con el grado de cooperación. «Habéis visto una unión de un núcleo en la política iraquí en el que el liderazgo suní, el liderazgo kurdo y los miembros del liderazgo chií que no están vinculados con estos grupos especiales (milicias como la de Al Sadr) han estado trabajando juntos mejor que en cualquier momento anterior», explicó Rice a los medios de comunicación que viajan con ella. «Me gustaría ver lo que pueden hacer para fomentar este tipo de núcleo al que creo que claramente están llegando juntos», añadió la secretaria de Estado, que se reunirá con Al Maliki durante su visita. Por otro lado, Rice declaró que desconocía la seriedad de las intenciones del clérigo chií Muqtada al Sadr. En este sentido, Rice consideró que, dado que Al Sadr se encontraría fuera del país, «se trata de una guerra total para todo el mundo menos para él».