Los partidarios de Caramanlis celebraron anoche en la plaza Sintagma de Atenas el triunfo. Foto: ORESTIS PANAGIOTOU/EFE

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ADRIANA FLORES-ATENAS El primer ministro conservador griego, Costas Caramanlis, se habría impuesto en las elecciones legislativas al socialista Giorgos Papandreu, según todos los sondeos a pie de urna y los primeros resultados parciales de las votaciones. Con el 17'5% de los sufragios escrutados, la gobernante Nueva Democracia (ND) de Caramanlis reforzaba su mayoría absoluta en el Parlamento, al conseguir un 45 por ciento de los votos, ligeramente por debajo del 45'3% que obtuvo en los comicios de 2004, y conquistar 165 escaños.

Sin embargo, tres horas y media después del cierre de los colegios electorales faltaba aún el recuento de casi un 83 por ciento de los votos. Los sondeos a pie de urna difundidos inmediatamente después del cierre de los colegios vaticinaban a ND una mayoría absoluta muy ajustada, con el 42'2% de los sufragios y 151 escaños del total de 300 que tiene el Parlamento griego, pero apuntaban a que la formación podría gobernar de nuevo en solitario. «El más derrotado de las elecciones de hoy (ayer) parece ser el PASOK», señaló el analista político Thanasis Diamatopoulos. El opositor Movimiento Socialista Panhelénico (PASOK) de Papandreu retrocedía en los resultados parciales casi un 2%, hasta el 38'75 por ciento, desde el 40'5 que consiguió en los anteriores comicios.

Lo que parece claro, a la espera de los resultados definitivos, es que Caramanlis ha podido parar el golpe de la devastadora ola de incendios registrada a finales de agosto en la península del Peloponeso y la isla de Eubas. Las llamas, que se prolongaron durante diez días consecutivos, causaron la muerte de 64 personas, calcinaron unas 200.000 hectáreas de bosques y dejaron miles de damnificados.

La ineficacia de las autoridades para combatir los incendios desató una ola de protestas, pero las votaciones de hoy parecen indicar que Caramanlis ha podido recuperar su popularidad con el generoso reparto posterior de ayudas entre los damnificados. La población parece haber rechazado, sobre todo, el agresivo intento del PASOK por explotar al máximo la tragedia sin convencer sobre su capacidad de hacerlo mejor, pues los socialistas gobernaron durante once años antes de perder los comicios de 2004.