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EFE-LONDRES La Asociación Británica de Banca (BBA, en sus siglas en inglés) pidió ayer calma a los clientes del Northern Rock, quienes ayer por la tarde hacían largas colas ante las sucursales de la entidad en el Reino Unido para retirar sus ahorros.

El Northern Rock, quinto banco británico por hipotecas concedidas, se desplomó ayer en la Bolsa de Londres tras convertirse en la primera entidad del Reino Unido en verse obligada a acudir a la reserva de emergencia del Banco de Inglaterra por una crisis de liquidez en el mercado interbancario.

El banco emisor acordó ayer arrojar ese salvavidas al Northern Rock como «último recurso», después de que éste no lograra obtener la liquidez que necesitaba de otras entidades, que el jueves agotaron en menos de una hora los 4.400 millones de libras (unos 6.400 millones de euros) que inyectó el Banco de Inglaterra para auxiliar al sistema. «Northern Rock es un banco sólido y seguro y no hay absolutamente ninguna razón para que aquellos que tienen contratada una hipoteca o o con ahorros en esa entidad se preocupen», indicó la Asociación Británica de Banca en un comunicado.

Sin embargo, algunos clientes hicieron cola durante varias horas para retirar sus ahorros, lo que obligó a algunas sucursales a abrir hasta tarde para hacer frente a la demanda.

«Mi confianza se ha destrozado. No pondré un sólo penique de nuevo en esta compañía. Hay un montón de gente mayor que debe estar muy asustada», dijo a la agencia británica de noticias PA Tony Looch, un ahorrador de 68 años que hizo cola durante casi dos horas en una sucursal de la entidad en Londres. «Si están cortos de fondos, ¿qué pasa con nuestros fondos?», se preguntaba otro cliente en la puerta de una sucursal del banco en Newcastle (noreste de Inglaterra), precisamente donde tiene su sede central la entidad.

El presidente de Northern Rock, Adam Applegarth, trató también de tranquilizar a sus clientes al asegurar que la falta de liquidez por la que pasa el banco es «un problema temporal» y que el Banco de Inglaterra no hubiera arrojado el salvavidas al grupo si no fuera un negocio que funcionara.

El ministro de Economía, Alistair Darling, indicó, por su parte, que los clientes podían seguir usando sus cuentas y haciendo sus pagos de hipoteca como siempre y aseguró que Northern Rock «será capaz de seguir adelante con sus negocios».