El presidente chino Hu Jintao y su homólogo ruso, Vladimir Putin, asisten a los ejercicios militares de Chebarkul. Foto: EFE

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OTR/PRESS-MOSCÚ Aires con olor a guerra fría planean de nuevo sobre el Kremlin. El presidente de Rusia, Vladimir Putin, anunció ayer que su país reanudará los vuelos estratégicos a larga distancia de sus aviones bombarderos, un tipo de operación militar que no se realizaba de forma regular desde 1992, tras la desintegración de la Unión Soviética. «He tomado la decisión de reanudar los vuelos regulares de la aviación estratégica rusa», declaró Putin, quien añadió que la cancelación de estos vuelos durante 16 años ha afectado a la seguridad de Rusia, mientras otras naciones han continuado efectuando estas misiones, como por ejemplo Estados Unidos que no ha suspendido este tipo de operaciones.

«Desde 1992, la Federación Rusa suspendió unilateralmente estos vuelos. Lamentablemente, otras naciones no han seguido nuestro ejemplo, lo que nos ha creado ciertos problemas en el aspecto de la seguridad», explicó el presidente ruso. Y es que, si bien es cierto que estas operaciones estaban totalmente suspendidas, en los últimos meses sí que se han producido expediciones aisladas como la que el pasado 9 de agosto protagonizaron dos de estos bombarderos estratégicos que sobrevolaron la base estadounidense en la Isla de Guam, en pleno océano pacífico.

En una comparecencia ante los medios antes de que comenzaran las primeras simulaciones de combate chino-rusas que tuvieron lugar en los Urales, Putin mostró su deseo de que la comunidad internacional comprenda su decisión de reanudar unas prácticas que otros países realizan normalmente. «Actuamos bajo la presunción de que nuestros socios verán la reanudación de nuestros vuelos desde un punto de vista comprensivo», señaló.

Ayer, como primera operación, cerca de 20 bombarderos participaron en el simulacro y volaron por encima de los océanos Atlántico, Pacífico y Artico, en misiones que de ahora en adelante «serán regulares». Así lo confirmó Putin, que también quiso destacar que los pilotos rusos «están contentos de comenzar una nueva vida» ya que «han permanecido en tierra demasiado tiempo».

Y en Washington la decisión de Putin reanudar los vuelos estratégicos se ha acogido con una aparente indiferencia e incluso con cierto tono burlón. El portavoz del Departamento de Estado estadounidense, Sean McCormack, afirmó que la decisión de Rusia es «interesante». «Si Rusia siente que tiene que desenterrar sus viejos aviones de las bolas de naftalina y ponerlos a volar otra vez, es su decisión», afirmó en declaraciones recogidas por la BBC.