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EFE-LONDRES Tras la confesión de la ministra británica del Interior, Jacqui Smith, de haber fumado marihuana, ahora otros cinco ministros y un secretario de Estado del recién estrenado Gobierno de Gordon Brown han reconocido haber tenido sus más y sus menos con esta droga.

Estas confesiones llegan un día después de que el jefe de Gobierno anunciase una revisión a la baja de la clasificación de los estupefacientes, una vieja iniciativa de David Blunkett, uno de sus predecesores de Smith.

Entre los nuevos confesos se encuentran el secretario de Estado Vernon Coaker, responsable de políticas de droga, y el nuevo ministro de Economía, Alistair Darling, sucesor y vecino de Brown en el número 11 de Downing Street.

Darling, seguidor de Pink Floyd y Leonard Cohen, ha asegurado haber consumido marihuana «ocasionalmente en su juventud», mientras que un aún más indefinido Coaker, compañero de Smith en el Ministerio del Interior, asegura que su historia con el cannabis ocurrió en el pasado.

Por su parte, el secretario de Estado de Seguridad Tony McNulty reconoció haber fumado cannabis «una o dos veces en la Universidad» y se mostró convencido, en declaraciones a la BBC, de que muchos universitarios de aquella época tuvieron «al menos contacto» con esa droga.

También en su época universitaria lo consumió «una o dos veces, y nunca más», el segundo de Darling al frente del Ministerio de Economía, Andy Burham.
Y la cosa no queda ahí: lo mismo han hecho los portavoces de la ministra de Transportes, Ruth Kelly, y del titular de Negocio y Empresas, John Hutton.