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Los testigos dijeron que fue por cuestión de metros. Cuando el avión oficial del presidente pakistaní, Pervez Musharraf, estaba en plena operación de despegue en una base militar de Islamabad, dos misiles antiaéreos surcaron el cielo en su dirección y erraron el blanco por escaso margen, impactando en la pista de aterrizaje. Con el intento de asesinato de ayer, del que se desconoce si puede estar relacionado con el sitio a la Mezquita Roja que desde hace tres días mantiene el Ejército en Islamabad, Musharraf ya ha sufrido cuatro atentados frustrados desde que decidiera apoyar la 'guerra contra el terror' de la Administración de George W. Bush.

«Se trató de un intento infructuoso que erró el objetivo, que era el avión del presidente», declaró un alto responsable de seguridad bajo anonimato. No obstante, el portavoz del Ejército, general Waheed Arshad, desmintió algunas informaciones de medios locales que aseguraban que el aparato donde viajaba el mandatario fuera objetivo de un ataque. «No ha habido ningún cohete disparado contra el avión del presidente», indicó.

Tanto un policía como dos efectivos de seguridad señalaron que las autoridades habían encontrado dos armas antiaéreas en una azotea cerca de la Base Aérea de Chaklala, en la ciudad de Rawalpindi, situada cerca de Islamabad. «La Policía y las agencias de seguridad oyeron disparos cerca de Chaklala y después encontraron armas antiaéreas en una azotea de una vivienda», explicó un agente policial.