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EFE-WASHINGTON
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y el primer ministro israelí, Ehud Olmert, dieron ayer su respaldo al presidente palestino, Mahmud Abás, y prometieron ayudarle a fortalecer su poder frente al grupo islámico Hamás. En unas declaraciones en la Casa Blanca antes de una reunión conjunta, los dos mandatarios describieron a Abás como una voz moderada que representa la posibilidad de que un día se cree un estado palestino, en comparación al radicalismo de Hamás.

Bush también destacó el valor de reanudar las negociaciones para hacer realidad «la visión de dos Estados que convivan en paz». «Es importante para la gente moderada, para los palestinos ordinarios poder aspirar a algo», dijo. Las conversaciones se congelaron con la victoria de Hamás en las elecciones palestinas en 2005. El grupo islámico se niega a reconocer a Israel y renunciar a la violencia, y tampoco acepta los compromisos de paz previos.

«Nuestra esperanza es que el presidente Abás y el primer ministro (Salam) Fayad se fortalezcan hasta el punto de que puedan llevar a los palestinos por una nueva dirección», señaló Bush. Olmert afirmó que tanto EEUU como Israel quieren «fortalecer a los moderados», liderados por Abás.

«Haré todo los esfuerzos posibles para cooperar con él y ver cómo podemos trabajar en conjunto para dar a los palestinos una oportunidad real, genuina de lograr su propio estado», señaló el primer ministro.

Ayer Bush reiteró que «es necesario que haya un reconocimiento sólido del derecho del estado de Israel a existir en paz».

La formación de un nuevo Gobierno palestino sin la presencia de Hamás supone una «oportunidad», según Olmert, pero el primer ministro no anunció la reanudación inmediata de las conversaciones de paz.

Olmert dijo que un requisito previo es que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) combata el terrorismo «de una forma más efectiva, algo que no ha hecho hasta ahora». «Tenemos que preparar el trabajo previo que permitirá poder comenzar pronto, espero, negociaciones serias sobre la creación de un Estado palestino», algo que consideró «el objetivo final». Olmert señaló que tratará directamente con Abás la forma de mejorar la calidad de vida y la seguridad en Cisjordania.