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La Comisión Europea vaticinó ayer que la economía de la zona euro y de la UE crecerá con fuerza este año y el próximo, aunque menos que en 2006, y ello permitirá seguir creando empleo y facilitará la reducción de los déficit públicos.

En España, la actividad avanzará a mayor ritmo, pero Bruselas advierte que el creciente desequilibrio exterior de la economía española, unido al elevado endeudamiento de los hogares, «puede frenar el crecimiento».

En sus previsiones económicas de primavera, el ejecutivo comunitario indica que el Producto Interior Bruto (PIB) de la eurozona aumentará en 2007 un 2,6%, y un 2,9% en la UE, tasas que elevan en medio punto porcentual los anteriores cálculos oficiales, de noviembre pasado.

Estas cifras muestran una ligera desaceleración desde 2006, cuando creció un 2,7% en la eurozona y un 3% en la UE.

Según Bruselas, la actividad seguirá moderándose en 2008, con avances del 2,5% para los países del euro y del 2,7% para los Veintisiete.

El comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, indicó que el crecimiento en Europa puede ser mayor si los países emergentes evolucionan mejor de lo previsto, pero admitió que también puede empeorar si se agrava la crisis inmobiliaria en EEUU, se produce un ajuste brusco de los desequilibrios globales o la tensión geopolítica eleva el precio del crudo.