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EFE-WASHINGTON
El presidente de EEUU, George W. Bush, ha criticado la forma en que se llevaron a cabo las ejecuciones de Sadam Husein y sus colaboradores, y asegura que son una muestra más de que el Gobierno iraquí «todavía tiene que madurar».

Tras declararse «decepcionado» por la forma en que se desarrollaron las ejecuciones, particularmente la del ex dictador iraquí, Bush indicó que había transmitido su malestar al primer ministro iraquí, Nuri Al-Maliki.

En una entrevista a la cadena de televisión estadounidense PBS, el mandatario dijo que el ahorcamiento del ex dictador iraquí le había parecido «un asesinato por venganza» que envía un mensaje muy confuso a los ciudadanos.

Admitió además que lo ocurrido le dificulta la labor de explicar a los estadounidenses que el Gobierno iraquí al que ayuda EEUU «quiere la unidad del país».

Por su parte, varios de los abogados defensores de Sadam y de sus dos colaboradores declararon ayer que estos últimos fueron «asesinados y torturados» y no ejecutados. En un comunicado emitido en Ammán, cuatro de los abogados instan al secretario general de la ONU y a las organizaciones internacionales a que emprendan «una investigación seria e inmediata sobre los brutales asesinatos», para informar a la opinión pública mundial y lograr que los «criminales sean castigados».

Barzan al Tikriti y Awad al Bandar fueron ejecutados en la madrugada del lunes.