Amr Moussa y Jaled bin Ahmed al Jalifa, secretario y presidente.

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EFE-EL CAIRO
Los ministros de Exteriores de la Liga Àrabe manifestaron ayer «gran indignación» por el veto de EEUU a una resolución de condena de la ONU a Israel por la matanza de Beit Hanún, mientras que su secretario general, Amru Musa, aseguró que el proceso de paz en la región «ha muerto». La postura de los representantes árabes se dio a conocer en un comunicado durante la clausura de una reunión extraordinaria en El Cairo en la que participaron los veintidós países de la Liga, convocada tras la matanza causada por un bombardeo israelí el pasado miércoles en Beit Hanún, en Gaza, en la que murieron diecinueve palestinos, en su mayoría mujeres y niños.

Los ministros consideraron que el veto de este sábado «supone una postura no amistosa (de EEUU) hacia los estados árabes, que impide que el Consejo de Seguridad (de las Naciones Unidas) desempeñe su papel y afronte su responsabilidad». La nota añade que la postura estadounidense implica «un mensaje que alienta a Israel a continuar con su agresión» contra los palestinos. «Esa medida no ayuda a establecer la paz en Oriente Medio y daña la credibilidad de EEUU como un actor constructivo», recalca el comunicado. Asimismo, en la nota, que recoge quince puntos, los ministros calificaron los hechos ocurridos en Beit Hanún de «crímenes de guerra».

Los ministros condenaron «las continuas agresiones israelíes sobre los territorios palestinos y los crímenes israelíes y el último de Beit Hanún, que tuvo como objetivo civiles, en especial niños y mujeres y que se considera un crimen de guerra según la legislación internacional». El texto pide también el levantamiento inmediato del cerco impuesto al pueblo palestino e insta a todas las facciones palestinas a formar un gobierno de unidad nacional para hacer frente a los retos que encaran.