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EFE-TIFLIS
El ministro de Asuntos Exteriores de Georgia, Guela Bezhuashvili, acusó ayer sábado a Rusia de lanzar una «atenuada limpieza étnica» contra los georgianos que viven en territorio ruso.

Esta campaña se suma al bloqueo por aire, tierra y mar impuesto por Moscú el pasado lunes tras la detención por espionaje en Georgia de cuatro presuntos miembros del Servicio de Inteligencia Militar (GRU) de Rusia.

Bezhuashvili agregó que en las ciudades rusas «se están deshaciendo de los negocios detentados por georgianos y en las escuelas rusas, de todos los escolares georgianos».

El ministro reaccionó así a la supuesta campaña de «acoso» emprendida por las autoridades rusas contra los georgianos, que incluye el cierre de restaurantes así como casinos, el registro de innumerables negocios y la deportación de inmigrantes presuntamente ilegales.

«Se nos intenta castigar sólo porque nuestra elección no les gusta a los que se encuentran en el Kremlin», señaló. El jefe de la diplomacia georgiana añadió que esa elección es «la disposición del pueblo y el Gobierno georgianos a integrarse en Europa y la OTAN».

Al mismo tiempo, aseveró que Georgia está dispuesta a «acoger» a los georgianos deportados de Rusia y que esto no será ninguna «catástrofe».