Soldados iraquíes reúnen morteros y proyectiles en su cuartel de la ciudad de Baquba.

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Decenas de personas fueron detenidas en el primer día de la «operación Enjambre», la mayor campaña aérea iraquí-estadounidense contra la insurgencia desde la invasión de Irak y que «ya está consiguiendo varios de sus objetivos», según dijo ayer el ministro de Seguridad, Abdel Karim Al Anzi.

La operación, en la que participan más de 1.500 soldados estadounidenses e iraquíes, tiene como objetivo terminar con los grupos de insurgentes cerca de Samarra, zona donde la insurgencia suní es particularmente activa.

En las primeras horas de la ofensiva, que comenzó el jueves y se desarrolla en torno a la ciudad de Samarra, a unos 125 kilómetros al norte de Bagdad, fueron arrestados decenas de presuntos insurgentes y se hallaron depósitos de armas, según fuentes de la seguridad iraquí y del mando militar de EEUU.

El mando militar estadounidense afirmó en un comunicado que los almacenes de armas encontrados contienen varios proyectiles de mortero, armas blancas y artefactos explosivos, además de indumentaria militar.

El ministro iraquí de Seguridad Nacional, Abdel Karim Al Anzi, explicó que la operación se puso en marcha después de que las fuerzas iraquíes y las tropas estadounidenses consiguieran informaciones de inteligencia sobre células terroristas que se concentran en las afueras de las ciudades del norte de Bagdad.

Estos grupos terroristas disponen de campamentos de entrenamiento y lugares donde fabrican artefactos explosivos y cargan los coches con bomba, añadió.

«Las células terroristas consideran estos campamentos como centros desde donde lanzan atentados con vehículos bomba y artefactos explosivos», agregó Al Anzi.

El responsable iraquí aseguró que la ofensiva continuará durante varios días hasta terminar con las células terroristas y sus redes hayan sido desmanteladas.

Sin embargo, ayer la ciudad de Samarra amaneció en un estado de calma y seguridad, aunque se veía algunos helicópteros estadounidenses sobrevolando el norte de la ciudad.

Por otra parte, al menos seis iraquíes, entre ellos peregrinos chiítas, resultaron muertos y otros 29 resultaron heridos en una nueva jornada de violencia en Irak.

Tres peregrinos chiítas que se dirigían a pie hacia la ciudad santa de Kerbala, al sur de Bagdad, murieron por disparos de desconocidos desde un vehículo en el barrio de hay al-Adl, en la periferia oeste de la capital.