Vista general de la reunión de gobernadores del OIEA celebrada ayer en su sede de Viena.

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EFE-VIENA
La disputa sobre el programa nuclear iraní registró ayer en Viena una nueva escalada retórica con un duro cruce de declaraciones entre los representantes de Washington y Teherán, al tiempo que la Junta de Gobernadores del OIEA abrió la vía para consultas sobre el asunto en el Consejo de Seguridad de la ONU.

«EEUU tiene el poder de causar daño y dolor. Pero también es susceptible del daño y el dolor. Así que si EEUU desea ir por ese camino, dejemos que la pelota se mueva en esa dirección», dijo el funcionario iraní ante la prensa en Viena.

La amenaza más directa vino del subdirector del Consejo Superior de Seguridad Nacional iraní, Javad Vaeidi, quien de forma indirecta amenazó a Estados Unidos con «daño y dolor» si continúa buscando la confrontación con el régimen de los ayatolá.

Preguntado por qué tipo de actuaciones podrían significar «dolor y daño», el embajador iraní ante el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), Ali Saghar Soltanieh, dijo que «todo depende de las acciones de EEUU y la reacción correspondiente».

«Nosotros no seremos los que actúen primero, por lo que todo depende de las acciones de Estados Unidos. Decidiremos de forma cautelosa y adaptaremos nuestra política», dijo el embajador iraní.

«En todo caso advertimos a la otra parte que no debe deteriorar y dejar escalar la situación», añadió y aseguró que «en principio» su país está «a favor del diálogo y las negociaciones para una solución pacífica de este asunto». El embajador estadounidense ante el OIEA, Gregory Shulte, respondió que si Irán «no cumple sus obligaciones internacionales sufrirá consecuencias significativas», en alusión a la posibilidad de que el Consejo de Seguridad de la ONU dicte sanciones contra Teherán.