Soldados israelíes cortan la valla de un asentamiento donde se atrincheraban los colonos.

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FRANCE PRESS-JERUSALÉN
El primer ministro israelí, Ariel Sharon, señaló ayer un discurso televisado que la retirada de Gaza «es un paso doloroso», tanto para la nación como para él, pero «esencial» para el futuro de Israel. Por su parte, el presidente palestino, Mahmud Abás, celebró el inicio de la retirada, que calificó de «momento histórico», pero añadió que Israel debería entregar también en un futuro el resto de Cisjordania y el este de Jerusalén. Además, convocó elecciones legislativas palestinas para el 21 de enero de 2006, según anunció el portavoz y negociador palestino Saeb Erekat.

«Pero la realidad cambiante en la nación, en la región y en el mundo hizo cambiar mi mente y mi postura», señaló ayer Sharon. «No podemos mantenernos en Gaza, por nuestro bien. Más de un millón de palestinos vive ahí, duplicando el número cada generación».

El primer ministro hebreo añadió que ahora queda en manos de los palestinos tomar medidas drásticas contra los militantes y acabar así con la violencia. «A una mano tendida responderemos con una rama de olivo», afirmó. Durante la mayor parte de su carrera política, Sharon ha liderado la expansión de los asentamientos judíos en Gaza y Cisjordania. Hace dos años, sostuvo que Israel no cedería ni siquiera las colonias máqs pequeñas o aisladas.

Abás celebró el inicio de la retirada pero subrayó que Israel debería entregar también el resto de Cisjordania y el este de Jerusalén. También convocó elecciones legislativas palestinas para el 21 de enero de 2006. «Si quieren paz, deben permitir a los palestinos alcanzar sus derechos», declaró a la cadena de televisión BBC.