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Una barrera de 15.000 agentes policiales y de soldados desarmados impidió en la madrugada, una marcha de opositores a la evacuación de Gaza, los «anaranjados», hacia los asentamientos judíos de ese territorio palestino.

Los activistas, encabezados por dirigentes del Consejo que agrupa a los asentamientos de Gaza y de Cisjordania, YESHA, y varios de sus rabinos del sector nacionalista radical, comenzaron la marcha desde el pueblo de Ofakim, donde se habían concentrado anoche, con la intención final de llegar a los asentamientos de Gush Katif.

La policía y los soldados que los asistían en la misión de cerrarles el paso, por tratarse de una marcha ilegal, los detuvieron en el cruce de Peduim, a un kilómetro y medio de esa localidad.

Los incidentes de violencia se limitaron a forcejeos y empujones entre manifestantes y los agentes del orden, y no se informó de víctimas en ninguno de los bandos.

Por otra parte los colonos del asentamiento de Netzer Jazani, en el sur de la franja de Gaza, han decidido ser los primeros en entregar sus armas a las autoridades israelíes para evitar un derramamiento de sangre durante el Plan de Desconexión. «Nuestra lucha no es contra el Ejército», dice Yonam Tzor, responsable de la seguridad del asentamiento de Netzer Jazani, al explicar su decisión de entregar las armas.