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El presidente de EEUU, George W. Bush, designó ayer al conservador John Roberts candidato a juez del Tribunal Supremo y pidió al Senado que lo confirme rápidamente «en un proceso digno». De ser confirmado, Roberts sustituirá a Sandra Day O'Connor, quien anunció su intención de abandonar el Supremo.

La designación de Roberts se produce tras saltar su nombre al tapete el pasado viernes cuando formó parte de un grupo de tres jueces que dictaminó la legitimidad de los tribunales militares de Guantánamo, Cuba, para enjuiciar a terroristas extranjeros.

En un acto en la Casa Blanca transmitida a todo el país en la hora de mayor audiencia, Bush se refirió indirectamente a decisiones del Supremo que los conservadores han criticado duramente, entre ellas el aborto. El juez Roberts, de 50 años, «aplicará de manera estricta la Constitución y las leyes y no legislará desde su estrado», señaló.

Inmediatamente después, el juez, quien se mostró «muy honrado» por la designación, agradeció a Bush la confianza que ha depositado en él.

Algunos legisladores habían señalado la necesidad de designar a una mujer en reemplazo de O'Connor, una conservadora moderada que en muchas ocasiones fue el voto decisivo en asuntos difíciles, como el aborto, las libertades civiles y la «acción afirmativa» de ayuda a las minorías.