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AGENCIAS-LONDRES

Mientras los servicios de rescate buscan cuerpos y pistas entre los amasijos de uno de los convoyes de metro siniestrados, la policía advirtió de que puede incrementarse el número de fallecidos, si bien no considera probable que la cifra de muertos alcance el centenar. Las labores de rastreo se centran en un tren que circulaba entre las estaciones de King's Cross y Russell Square, en pleno centro de Londres, y en el que la detonación de una bomba causó 21 muertos.

«La operación de recuperación de cuerpos continúa en estos momentos. La operación durará lo que haga falta», afirmó Willie McCafferty, superintendente jefe de la Policía de Transporte Británica. Antes de que la policía y Scotland Yard confirmaran esta cifra, la prensa británica ya se había aventurado a decir, cuando el recuento oficial se quedaba en 37, que el número de muertos pasaba del medio centenar. De madrugada en España, el primer ministro australiano, John Howard, llegó a decir que según los datos que tenía eran 52 los muertos en estos atentados.

En cuanto a los heridos, de los 700 que inicialmente se contabilizaron, 100 pasaron la noche en el hospital y 22 se encuentran en estado crítico. Una de las víctimas es, precisamente, uno de los heridos que ingresó en esa condición. Asimismo, Ian Blair concretó que fueron víctimas de los atentados ciudadanos no sólo del Reino Unido, sino de otros países como Sierra Leona, Australia, Portugal, Polonia y China. «Éste -señaló- fue un ataque totalmente arbitrario, aleatorio, independientemente de la raza, el color, el sexo y la edad» de las víctimas, añadio el jefe de la policía metropolitana.