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EFE-WASHINGTON/TEHERÀN
El Gobierno estadounidense se ha tomado «muy en serio» las alegaciones de cinco ex rehenes en la Embajada estadounidenses en Teherán que dicen que el presidente electo de Irán fue uno de sus captores, informó ayer la Casa Blanca.

Más de medio centenar de estadounidenses permanecieron cautivos durante 444 días en la embajada de EEUU en Irán, entre noviembre de 1979 y enero de 1981, después del derrocamiento del Sha Mohamed Reza Pahlevi y la instauración de un régimen islámico.

Al menos cinco personas que permanecieron como rehenes de militantes iraníes en la Embajada de EEUU en Teherán hace 25 años han dicho haber reconocido al presidente electo de Irán, Mahmud Ahmadineyad, como uno de los cabecillas de los secuestradores.

«Las declaraciones de varios ex rehenes dan motivos para preguntarse sobre el pasado» de Ahmdadineyad, declaró el portavoz de la Casa Blanca, Scott McClellan.

«Nos tomamos esas alegaciones muy en serio y estamos analizándolas para entender mejor los hechos», añadió.

En una entrevista con el diario británico «The Times», publicada ayer, el presidente de EEUU, George W. Bush, no comentó directamente estas alegaciones, pero señaló que «el tiempo dirá» si Washington y sus aliados pueden dialogar con el gobierno de Ahmdadineyad.

Los militantes reclamaban a Estados Unidos entregar al Sha para que fuera enjuiciado.

Fuentes del Departamento de Estado indicaron que se busca información más precisa sobre las actividades de Ahmdadineyad en los primeros años de la revolución iraní.

Las hostilidad entre Washington y Teherán se agravó después de liberados los rehenes estadounidenses, debido al apoyo que EEUU dio a Irak durante su guerra contra Irán en la década de 1980.