Las papeletas con el «no» ganaron con claridad en el referéndum francés.

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La participación fue «muy elevada» y se situó en torno al 70 por ciento, algo comparable al referéndum de 1992 de ratificación del Tratado de Maastricht, indicó Villepin.

Juncker consideró «imposible» la renegociación del Tratado constitucional, en las condiciones actuales, dada la heterogeneidad de las posiciones sobre Europa defendidas en Francia por los partidarios del «no». Tanto el Grupo de los Populares Europeos como los Socialistas, Verdes y Liberales, lamentaron el resultado y afirmaron que el proceso de ratificación debe continuar en los países que todavía no lo han hecho. Desde las capitales europeas, los dirigentes de los demás países de la Unión intentaron desdramatizar en la medida de lo posible la gravedad del resultado.

En Bruselas, el presidente de turno de la UE, el primer ministro luxemburgués, Jean Claude Juncker, acompañado por el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, anunció que el proceso de ratificación de la Constitución europea continúa en los demás países.

Los principales grupos del Parlamento Europeo lamentaron el resultado negativo del referéndum francés y se anunció que la comisión Constitucional de la Eurocámara celebrará una sesión extraordinaria el jueves para analizar el resultado de los referendos sobre la Constitución de la UE en Francia y Holanda. La reunión tendrá lugar un día después del referéndum convocado en Holanda, anunció el presidente de dicha comisión, el socialista Jo Leinen.

«Existe una decepción total porque un país fundador de la Unión Europea ha dicho «no» al tratado constitucional, y ello puede traer consecuencias graves», dijo el eurodiputado.

Gerhard Schröder, dijo que la victoria del «no» es un golpe, «pero no el final del proceso constitucional, ni de la asociación franco-alemana». En un comunicado de la Cancillería, el canciller señaló que habrá que examinar la situación en la próxima cumbre europea y, en cualquier caso, seguir con el proceso de ratificación.

También el Gobierno español consideró que el resultado es «un tropiezo, pero no una catástrofe», y que en el mismo han influido elementos de política interna en Francia. El primer ministro holandés, Jan Peter Balkenende, confirmó en una conferencia de prensa que Holanda celebrará el próximo miércoles el referéndum sobre la Constitución europea a pesar del «no» de los franceses y pidió a sus compatriotas que no se dejen influir por ese resultado.