Un oficial de la policía iraquí y su conductor fueron asesinados a tiros por un grupo de pistoleros.

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NAMIR SOBHI-BAGDAD
La violencia volvió a cebarse con los chiíes en Irak, donde dos atentados causaron nueve muertos en dos carreteras repletas de fieles en peregrinación hacia Kerbala, ciudad santa del chiísmo. El más grave de los ataques ocurrió en la carretera que une la ciudad de Hila con Kerbala, donde la explosión de un coche bomba conducido por un suicida mató a siete personas y causó heridas al menos a otras nueve. El suicida hizo estallar la carga explosiva junto a un grupo de fieles chiíes que se dirigían a pie hacia Kerbala. El segundo ataque tuvo lugar en los alrededores de la localidad de Al-Mesayeb, a unos 80 kilómetros al sur de Bagdad, donde la explosión de una moto bomba mató a dos policías iraquíes e hirió a otras ocho personas, cuatro de ellas civiles.

Ambos atentados ocurrieron tres días antes de que comience en Kerbala la festividad de «Al-Arbainiya», que marca el fin de los cuarenta días de luto por la muerte de Imám Husein, nieto del profeta Mahoma y prestigiosa figura de los chiíes, asesinado por los tropas suníes en el año 680.

La proximidad de la fiesta, que congrega a más de un millón de fieles cada año, ha obligado a la Policía y la Guardia Nacional iraquíes a estrechar las medidas de seguridad en torno a la ciudad de Kerbala, la segunda más santa para los chiíes.

El Imám Husein fue asesinado junto a 72 de los suyos cerca de Kerbala por hombres fieles al segundo califa omeya Yazid I, y desde entonces esta ciudad se ha convertido en punto de peregrinación para chiíes de todo el mundo.

La celebración el año pasado de «Al-Arbainiya» coincidió con la revuelta contra la presencia de tropas extranjeras encabezada por el clérigo chií Moqtada Al Sadr en las ciudades de Nayaf, Kufa y Kerbala.