Un grupo insurgente iraquí divulgó un vídeo en el que aparece el estadounidense Roy Hallums, desaparecido desde noviembre.

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La organización defensora de los derechos humanos Human Rights Watch (HRW) denunció ayer la existencia de casos de «tortura sistemáticas» de detenidos cometidos por las fuerzas de seguridad iraquíes como en la época del ex dictador Sadam Husein. En un informe de 94 páginas, HRW asegura que las detenciones ilegales, la tortura, los malos tratos y los largos períodos de incomunicación que sufren los detenidos «se han convertido en algo rutinario y habitual».

La organización basa sus conclusiones en entrevistas realizadas a 90 iraquíes que fueron detenidos. De ellos, 72 dijeron haber sufrido estas prácticas por las fuerzas de seguridad de su país. Los entrevistados declararon haber sido golpeados con cables y mangueras y haber recibido patadas y golpes. Otros declararon haber sido colgados de las muñecas por largos periodos de tiempo o haber sufrido descargas eléctricas en partes sensibles como los lóbulos de las orejas o los genitales.

Muchos detenidos declararon haber sido privados de comida y agua u obligados a permanecer de pie durante largos períodos de tiempo, así como haber tenido que pagar sobornos para poder ser liberados. HRW señala que «aunque las fuerzas insurgentes han cometido ataques contra las fuerzas iraquíes, esto no justifica los abusos cometidos por las autoridades».

Por otra parte, hombres armados atacaron 10 centros de votación desde la noche del lunes en la provincia de Salaheddin, al norte de Bagdad, y las acciones fueron reivindicados por el grupo del islamista Abu Musab al Zarqaui, quien declaró la guerra a las elecciones, indicó la policía. Los centros, en su gran mayoría escuelas que estaban ubicados en las ciudades de Tikrit, Tuz, Baiji, Samarra, Ishaki, Yathrib y Al Dujail, sufrieron importantes daños materiales, pero no se registraron víctimas.

Unas horas después de los ataques, la organización cercana a Al Qaeda de Zarqaui señalaba que «hemos atacados los escondites de los apóstatas que son el orgullo de los paladines de la nueva democracia. Estos ataques son una advertencia a estas personas: serán blancos». El grupo de Zarqaui advierte en el comunicado que sus francotiradores matarían a los iraquíes que acudieran el domingo a los colegios electorales del norte de Bagdad.