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BAGDAD-FRANCE PRESS
A pesar de que Irak vivió ayer una nueva jornada de violencia, que se cobró la vida de ocho soldados de la coalición -entre ellos siete ucranianos- y entre cinco y ocho civiles iraquíes, ayer se dio un buen paso en el camino hacia la celebración de las elecciones nacionales, previstas para el 30 de enero, después de que el grupo suní más influyente del país se mostrara dispuesto a abandonar su llamamiento a un boicot de los comicios si Washington fija una fecha de retirada.

Los miembros de la poderosa Asociación de Eruditos Musulmanes transmitieron ayer su petición a un importante funcionario de la Embajada estadounidense en un encuentro celebrado el sábado, expresó el un informante suní bajo el anonimato. El encuentro fue confirmado ayer por el portavoz de la misión diplomática estadounidense, Bob Callahan, que señaló que un importante funcionario de la Embajada, cuyo nombre no reveló, se reunió con prominentes miembros de la asociación para persuadirles de que participen en las históricas elecciones previstas para el 30 de enero.

Este portavoz describió el encuentro como un «intercambio de opiniones», pero no aportó detalles sobre los temas analizados. Indicó además que el embajador estadounidense John Negroponte no estuvo presente en la cita.

Los líderes suníes habían solicitado por su parte que la votación fuera pospuesta, sobre todo debido a que las áreas de Irak donde ellos predominan se están viendo azotados por la violencia y no ha sido posible comenzar con los preparativos.