La economía de Estados Unidos necesita para financiar su déficit
por cuenta corriente un dólar débil, que abarate sus exportaciones
y facilite el saldo positivo de su balanza de pagos.
Además, la negociación estuvo caracterizada por un elevado nivel
de volatilidad debido al escaso volumen de contratación propio de
las festividades de Navidad.
El euro se revalorizó contra el billete verde tras la
publicación de la subida del volumen de pedidos de bienes duraderos
en noviembre, que se situó por debajo de las expectativas de los
analistas.
Los pedidos de bienes duraderos a las fábricas de EE UU
aumentaron en un 1,6 por ciento en noviembre, el mayor incremento
desde julio. Si se excluyen los bienes de transporte, que son los
más caros, los pedidos de bienes duraderos bajaron un 0,8 por
ciento, tras una caída del 1,3 por ciento el mes anterior.
Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) fijó el cambio
oficial del euro en 1,3456 dólares.
La publicación de otras cifras macroeconómicas favorables en
EEUU, como la revisión al alza del índice de confianza de los
consumidores de la Universidad de Michigan hasta los 97,1 puntos en
diciembre, apenas pudo debilitar la actual fortaleza de la divisa
comunitaria.
Además, en los mercados de divisas circularon ayer rumores de
que la Administración estadounidense no frenará la actual debilidad
del billete verde, desoyendo los llamamientos de autoridades
políticas y económicas de Europa y Asia.
La banda de fluctuación en que se movió ayer el euro fue muy
amplia y osciló entre los 1,3382 y los 1,3503 dólares.
Las dudas sobre el vigor del crecimiento de la economía de EEUU
y las posibilidades de la mayor economía del mundo de financiar su
déficit han arrastrado fuertemente a la baja al billete verde en
los últimos meses.
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