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EFE-FRÀNCFORT/GIJÓN
El euro batió ayer un nuevo récord frente al dólar en Fráncfort al cambiarse a 1,3107 dólares, tras expresar Rusia su interés en reestructurar sus reservas de divisas y vender dólares contra euros. En sus casi seis años de vida, la moneda única europea cruzaba el umbral de los 1,31 dólares en la sesión de tarde en una jornada de escasa actividad ante el día festivo que celebra Estados Unidos el jueves.

Washington confía en que un dólar depreciado facilite la reducción del abultado déficit comercial estadounidense, y no ha hecho demasiados esfuerzos por disimular esta postura, pese a mantener el apoyo verbal a su moneda. En su carrera alcista, el euro ha batido este mes seis récords contra el dólar, impulsado cada vez por motivos distintos, pero siempre en un clima adverso a la divisa estadounidense.

El Banco Central Europeo (BCE) fijó ayer su cambio oficial en 1,3089 dólares. En los últimos tres meses, el euro ha ganado un 7 por ciento frente al «billete verde», que se ha debilitado a pasos forzados con el visto bueno del gobierno del presidente George W. Bush.

Tal como comentaba Greenspan el pasado viernes en Fráncfort, la demanda de dólares ha disminuido en vista del doble déficit, fiscal y comercial, de EEUU.

El secretario del Tesoro de EEUU, John Snow, manifestó el pasado fin de semana en una reunión del G-20 de países industrializados y emergentes en Berlín, la voluntad de su gobierno de reducir el déficit a la mitad a medio plazo, pero estas buenas intenciones no han convencido a los mercados.

Los actores en el mundo financiero propugnan un descenso ordenado del dólar, ya que su desplome podría tener consecuencias imprevisibles para la economía mundial, empezando por una rápida pérdida de la competitividad de las exportaciones europeas, un proceso que ya está en marcha a medida que se aprecia el euro.