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DELIA MILLÀN-BERLÍN

El Partido Socialdemócrata (SPD), liderado por el canciller alemán Gerhard Schröder, ha sufrido una nueva derrota electoral histórica en los comicios regionales celebrados ayer en el Sarre, pero confía en que pronto va a «cambiar el viento» porque los alemanes empiezan a entender la necesidad y lo beneficioso de las reformas sociales en marcha.

El resultado obtenido por el SPD en el Sarre, un 30,7 por ciento de los votos, según los pronósticos televisivos, es el peor para los socialdemócratas de ese estado federado desde 1960, mientras que la Unión Cristianodemócrata (CDU) roza la mayoría absoluta con un 47,5 por ciento de los sufragios y obtiene su mejor marca desde 1975.

Esta es la octava derrota consecutiva para el SPD desde las elecciones generales de 2002 en las distintas consultas regionales y locales, y se produce cuando un movimiento de protesta contra el plan de reforma laboral, el llamado Hartz IV, sacude el este de Alemania. Los comicios de ayer eran considerados, de hecho, como una prueba del sentir popular respecto a estas reformas en el oeste.