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EFE/EUROPA PRESS-BOSTON
A la espera de John Kerry, los demócratas abrieron ayer a lo grande su convención en Boston con los «pesos pesados» del partido, el matrimonio Clinton, el ex presidente Jimmy Carter y Al Gore, el candidato que perdió las elecciones de 2000 ante George W. Bush. Se trata de la primera reunión de estas características del Partido Demócrata tras los atentados del 11 de septiembre, reuniendo a 5.000 delegados procedentes de todo el país cuyo objetivo será designar formalmente al senador por Massachusetts, John Kerry, como candidato a la presidencia de Estados Unidos para las próximas elecciones de noviembre.

Junto a los delegados que acuden a la Convención, estarán presentes unos 35.000 participantes y unos 15.000 periodistas y miembros de grupos. Kerry no acudirá a Boston hasta última hora de mañana miércoles, poco antes de que los delegados demócratas respalden su candidatura a la presidencia, así como la del senador de Carolina del Norte, John Edwards, a la vicepresidencia. Paralelamente, los delegados aprobarán un documento con las directrices que determinarían la presidencia demócrata.

Este documento, que resume los programas demócratas para el mandato presidencial, subrayará la necesidad de mejorar las relaciones diplomáticas con Europa e Iberoamérica, así como la de crear puestos de trabajo, ampliar la cobertura médica y reducir los impuestos.

El principal objetivo de la Convención es mostrar a los estadounidenses la capacidad de Kerry para liderar a la nación ante los problemas más candentes del momento, entre ellos, la guerra en Irak, la sanidad pública, la economía, pero sobre todo, la amenaza del terrorismo. El tema de apertura fue «El Plan Kerry-Edwards para el futuro de América», y los oradores participantes en la misma destacarán la opción démocrata como la idónea para impulsar la economía del país, y demostrar la fortaleza de EEUU.